Capítulo 32

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Lucero:

...Después de perdonar a ese hombre que todo lo estaba haciendo por mi. Al fin recibía la noticia de que podía irme a la casa. Pero lo hice junto a él. Iba a vivir con él. Como una pareja estable. Espero no haberme equivocado, estoy poniendo todo en sus manos y seguro el no se imagina....

...La sorpresa del año me la llevé esa mañana. Tener que escalar una montaña gigante de la que temía. Le grité horrores a ese loco hombre que tenía a mi lado. Sentía miedo, pavor, pero por otra parte me sentía bien, el me estaba protegiendo y eso me hacía sentirme especial, como en la cena de la noche anterior a mi mente llegaban momentos que me ponían a pensar asimismo me pasó en ese lugar de grandes montañas (...) Nada se comparaba con sentir sus besos y sus caricias por todo mi cuerpo. Me estaba entregando por fin a él. Creo que también fue una buena decisión. Porque no me arrepentí en ni un momento...
...

Cerré el bloc con el lápiz dentro. Sonreí viendo a la pared recordando sus labios deslizarse por toda yo, sus manos igual acariciandome. Haciéndome suya  haciéndome sentir cosas que jamás imaginé sentir, cosas que me hizo sentir en paz.

—Ay que sonrisa más hermosa Lucerina —sale del baño un Manuel con ropa suelta—

—Quién crees que es el responsable? —con su mano toma mi barbilla y me besa lentamente, permitiendo que me derritiera en esos perfectos y deliciosos labios que tiene— Donde vas?

—Vas? —se ríe— Vamos. Así que ponte ropa adecuada seguimos de aventureros Lucerina

—Nooo porfavor no me hagas eso —toma mis manos y me hace levantarme— Manuel es que tengo miedo

—No te voy a dejar ni un segundo relájate

—Eso es lo que me asusta. —se burla— Me haces hacer cosas que me dan ganas de morir

—Ay Lucerito que miedosa

—No lo puedo evitar. Mejor llévame a otros lugares porfavor —junté mis manos y el solo sonríe— Si?

—Veamos que hacemos. Pero Andale ponte algo, te espero abajo

—Vale —beso sus labios y envuelta en la sábana me voy al baño—

...

Manuel no fue malo conmigo y me llevó a dar un paseo por un súper parque donde abundaba la naturaleza increíble. Era el zoológico. Me encantó. Nos tomamos algunas fotos, comimos, vimos muchísimo animales y la verdad el día me lo pasé perfecto.

—Pareces una niñita —manchó mi nariz de su helado de vainilla y eso me hizo reír— Ahora una payasita

—Manueeeeel —lo imité y ya en unos segundos estábamos con el helado todo derretido—

—Te amo —abrazó mi cintura y besó mis labios retirando el helado que había sobre ellos—

—Yo también te amo —también lo besé— Amo tus besos, saben a.... a helado —se hecha a reír—

—De vainilla? pregunta risueño y asiento con burla— Ay te pasas pequeña.

Seguimos con la diversión del día hasta más tarde. Manuel me llevó a un puesto de tacos obviamente porque se lo pedí. Después de haberlos comido quedé con ganas de más y bueno estuvimos juntos ahí por un buen rato hasta que volvíamos al departamento siendo de noche. La recibida nos la dio la vecina que Manuel bautizó como metiche, o bueno dice que lo hice yo. Lo cierto es que si, es muy metiche.

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