Capitulo 16

499 66 25
                                    

Lucero:

Después de casi morir por ese beso, el beso real superó las espectativas. Me encanta, este hombre me encanta y no lo puedo negar. En fin me metí a bañar y recibí la llamada de itati

Es que despertó un paciente que tenía en como hace más de 1 año y obvio eso hay que celebrarlo, ya me conoces. No puedes negarte

— Itatí que mañana tengo trabajo

— Ah pos yo también. Pero no podemos dejar de disfrutar una vida. Sabes que eso para mí es ritual. Así que oralr. Tu también deberías hacer lo mismo

— Qué? Cada que escriba una página irme a celebrar?

— Obvio —me echo a reír— Bueno le mandaré mensaje a Manuel, se que a esta hora no vas a salir sola. Y el puede ir a buscarte para reunirnos en el Club al que vamos siempre

— Itatí no lo intentes

Me colgó la muy mala y luego de salir del baño y de vestirme le mandé mensaje a Manuel pero el muy desgraciado también había aceptado y venía por mi. No me quedó de otra, además no me iba a engañar a mi misma. Deseo verlo y hasta volverlo a besar. Así que elijo algo de ropa y voy a la cocina por algo de comer. Regreso a la recámara y me arreglo cuando llaman a la puerta. Voy a ella y encuentro a un guapísimo Manuel recargado al marco de la puerta con una sonrisa matadora

— Hola de nuevo —sonríe y niego con mi cabeza haciendo lo mismo— Lista?

— De verdad que no quiero ir

— Lucerito ya estoy aquí, estabas perfectamente arreglada. Vamos

— Es que no se me antoja una fiesta Manuel

— Bueno le digo a Itatí pero vamos a tomar algo tu y yo cerca?

— Tomar algo? No gracias cada que tomo yo o tu, pasa algo

— Y sin tomar también —ok no estaba preparada para su respuesta pero igual me hizo sonreír— Órale vamos

— Y si pasa algo?

— Lo peor que puede pasar es que acabes diciéndome te odio y ya lo has hecho. No pasa nada —extiende su mano—

Me pienso un minuto para tomarlas pero es que no puedo negarme a su compañía

— Nos estamos mentiendo en una locura

— Felicitaciones Lucerina que inteligente eres —se cansa de esperar con su mano extendida así que la agarra y me jala hacia el para cerrar la puerta—

— No me quiero arrepentir de una locura en la calle porfa, mejor quedémonos aquí —me miró cómplice y asintió sonriendo—

Abrí la puerta del departamento  y mi estómago se encogió tipo como si tuviera 85.000 mariposillas haciendo lo suyo ahí adentro, pero del mero placer. Su mano estaba en mi espalda baja y obvio ya tenía ganas de él. Después de cerrar la puerta me volteé  y en el cruce de miradas fue inevitable, Manuel me pegó a la pared y me besó. No se en que momento cedí a tanto que esto era lo más normal que me podía pasar con él o al menos así lo sentía.

Sus manos agarraban mi nuca y cadera y yo solté un gemido que el aspiró y luego juguetearon nuestras lengua. Mordi sus labios y el los míos, este beso estaba siendo más intenso que los anteriores porque este era de deseo caliente

— Vas a detenerme? —susurró rozando sus labios con los míos—

— No creo que esta sea la mejor manera, somos amigos

Mi Inspiración Donde viven las historias. Descúbrelo ahora