Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}

Capítulo 3

Stiles

—Y ahora ¿qué? ¿Esperamos simplemente a encontrar el siguiente cuerpo?

Apreté los labios, la siguiente persona era Heather, y aunque tenía claro que ella era el tercer sacrificio prefería no pensar en ello.

—Por supuesto que no. Tenemos que adivinar cual va a ser la característica que va a definir al siguiente grupo, y evitarlo.

—Pues teniendo en cuenta que la de este era «pureza», podría ser cualquier cosa. Suerte con ello.

Me giré hacia Isaac con mala cara, pero Scott se me adelantó.

—Nada de «suerte con ello», vas a ayudarnos.

Isaac negó.

—Creo que mi futura cita con la muerte me va a dejar algo agotado, así que preferiría que no.

Bien, tenía un punto, pero no se lo iba a decir. Además, ¿realmente necesitábamos su ayuda?

Todos nos miramos extrañados cuando oímos unos golpes en la puerta de la veterinaria.

—¿Esperáis a alguien?

Scott y yo negamos, pero se acercó a abrir la puerta cuando vio que los golpes comenzaban a hacerse más desesperados.

Unos minutos después volvió con una chica cubierta de sangre y a mí estuvo a punto de darme un infarto. Vale, puede que si necesitáramos la ayuda de Isaac.

—Oh, Dios, ¿qué?

Miré a la chica con la boca abierta, y fue cuando vi sus ojos que la reconocí: Willow. Saber eso no me reconfortaba en absoluto, ¿por el amor de Dios, qué le había pasado?

El mismo Deaton vino a ver qué pasaba, desconcertado; cómo de rara tendría que ser la escena para que un hombre que lo había visto prácticamente todo se sorprendiera.

En cualquier otro momento habría soltado algo como «¿Has venido para que te ayudemos a encubrir un cadáver?», pero estaba demasiado confuso, así que dejé que fuera Scott el que pusiera orden. Para algo era el hombre lobo competente, a veces.

—¿Qué te ha pasado? ¿Estás bien? —preguntó mientras se acercaba a ella.

Pero Willow solamente pestañeó y le mostró las palmas de las manos. Me acerqué a cotillear, y me embargaron las ganas de abrazarla cuando vi que le temblaban. Luego me entraron ganas de sacudir a alguien al ver lo que había en ellas.

Marcas de uñas de hombre lobo. Como persona que había estado a punto de morir varias veces a manos de estas, podía reconocerlas fácilmente.

Y no había que ser muy inteligente para sumar dos más dos y entender que era lo que había pasado.

Isaac se acercó, curioso, y lo vi poner cara de confusión al verle las manos.

—¿Qué es eso?

Rodé los ojos, cero sorprendido.

—Picaduras de mosquito. ¿A ti que te parece cabeza de chorlito?

Isaac me miró mal y yo lo ignoré para centrarme en Willow.

Tomé sus manos e intenté quitar un poco de sangre.

—No está curando.

Miré a Deaton, empezando a desesperarme cuando vi su cara también llena de sangre, este me apartó de ella para sentarla en una camilla y comenzar a curarle las heridas.

—¿Nos puedes contar que ha pasado, Willow?

Willow asintió y comenzó a hablar con voz temblorosa.