Capítulo 30

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Willow

No me sorprendía que todo lo que creía haber sabido hubiera resultado ser una mentira.

Pero eso no evitaba que doliera.

Mis padres no eran tan buenos como recordaba.

Pero los gemelos tampoco eran tan malos como parecía.

Mis padres sabían perfectamente todo lo que Addison estaba sufriendo, y no hicieron nada al respecto.

Sin embargo, los gemelos sabían todo lo que yo estaba destinada a sufrir, y actuaron para evitar eso.

Matando a mis padres. Y mintiéndome.

Pero tenían una buena razón, ¿...verdad?

Una razón que me había hecho no solo perder a mis padres, sino también a mis mejores amigos. Dejándome totalmente sola.

¿Cómo se suponía que debía actuar ahora?

¿Tenía que hacer como si nunca hubiera ocurrido nada? ¿Perdonarlos? ¿Debía hablar con mi tia?

¿Y qué pasaba con Addison?

Ella era una banshee, pero Lydia también lo era, y no actuaba en absoluto como lo hacía mi hermana. ¿Por qué?

Suponía que eso era algo que nunca descubriría.

Pero...

Mi mano quedó suspendida en la cerradura de la puerta de casa ante mi siguiente hilo de pensamientos.

Deucalion había accedido a la idea de los gemelos porque, supuestamente, me quería en su manada.

Eso... Eso significaba que si Deucalion nunca se hubiera interesado en mí, mis padres aún seguirían vivos, porque nunca hubiera tenido una razón para aceptar el plan.

Las llaves temblaron en mi mano, a punto de caer al suelo.

«Estás maldita, Willow. La muerte te persigue.»

Sacudí la cabeza, ahuyentando las palabras de mi hermana.

Pero, ¿y si tenía razón? ¿Y si ella sabía que eso pasaría?

¿Realmente llevé la muerte a mis padres?

Las llaves cayeron al suelo con un golpe seco, y yo estuve a punto de trastabillar hacia atrás, siendo sujetada por mi tía.

—¿Willow, cielo? ¿Estás bien?

Se me secó la boca. ¿Qué se suponía que tenía que decirle?

—Tia —tartamudeé torpemente, intentando poner en orden mis pensamientos.

No podía simplemente echarme a llorar, porque eso la preocuparía, y no tenía claro si quería que se involucrara en todo el caos sobrenatural.

—¿Podemos sentarnos? —murmuré, intentando que mi voz no se rompiera. —Tengo que hablar contigo.

Mi tia me miró con preocupación y asintió, guiándome suavemente hacia la cocina.

—¿Qué ocurre, cielo?

Tragué saliva, pensando muy bien en lo que iba a decir.

—Melissa está desaparecida.

Mi tía me miró, confusa, su cara tiñéndose poco a poco de desasosiego.

Odiaba preocupar a mi tía.

—¿Qué? ¿Desaparecida? Pero...

—Todo está bien —interrumpí, sin querer que entrara en pánico —pero no podemos irnos, tía. Por favor.

Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora