Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}

Capítulo 18

Willow

—No entiendo por qué queréis hacer eso si el trio de sacrificios ya está completo. Es una tontería.

Apreté el paso, intentando dejar atrás a Scott e Isaac, que llevaban persiguiéndome desde que salí de inglés.

—Solo es por precaución.

—¿Cómo quieres que le diga a mi tía que tenemos que ir a dormir a tu casa para evitar que se convierta en un sacrificio humano de un Darach?

Me giré y miré a Scott con sarcasmo.

—Esa es una buena manera.

Cerré los ojos, pidiendo paciencia, e ignoré a Isaac mientras me volvía a poner en marcha.

—No voy a hacer eso —negué. —Vosotros podéis quedaros con Melissa, si queréis. Yo dormiré a dos habitaciones de mi tía, como de costumbre, y cuando me levante las dos estaremos sanas y salvas.

Dejé de caminar, haciendo que los dos estuvieran a punto de chocar contra mí, y luego continué hablando con obviedad.

—Como de costumbre.

—¿Por qué eres tan obstinada? —se quejó Isaac.

—¿Sabes lo que significa eso? Lo tenía en duda.

Scott soltó una pequeña risita que acalló cuando Isaac lo miró mal. Yo rodé los ojos.

—¿Cuándo vais a enrollaros? —les pregunté.

Los dos interrumpieron su duelo de miradas y se giraron hacia mí, ofendidos.

—No me gusta él —soltaron a la vez.

Se me escapó una risa burlona.

—Puede que no tenga super oído, pero sé que estáis mintiendo.

—No somos gays.

Me encogí de hombros.

—¿Bisexuales? ¿Hetero curiosos?

—No y no.

—Está bien. Lo que vosotros digáis.

Me volví a encoger de hombros y continué caminando. Ambos se quedaron detrás, pensando en lo que acababa de decirles. Los chicos eran taan predecibles...

—No somos gays —afirmó Isaac.

—No lo somos —le apoyó Scott.

—Yo solo oigo a dos personas en negación —canturreé y ambos volvieron a fulminarme con la mirada. —No os sintáis mal, puedo comprenderos.

—¿Qué significa eso?

Solté una gran carcajada y le di una palmadita a Isaac en el pecho.

—Nada, querido, tú continúa en tus mundos de yupi.

Abrí la puerta de la cafetería, resistiendo la tentación de cerrársela en la cara.

—Me sigue gustando Allison —oí por detrás.

—¿Sabes? Que lo tengas que repetir tantas veces no es una buena señal —hablé con burla.

Los dos me ignoraron.

—Sí, y a mí me gusta...

Isaac calló de pronto y yo me giré, mucho más interesada.

—¿Quién te gusta?

—¿Qué? Nadie. Yo nunca he dicho nada.

—Mientes fatal, pero está bien. —Luego me giré hacia Scott —Te quitan a tu hombre, Scotty, yo de ti dejaría de dormirme en los laureles.