Capítulo 8

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Willow

Stiles y yo no hablamos durante el camino, ya que sentía que sí abría la boca el dolor en mi garganta aumentaría.

Stiles aparcó en su puerta y suspiré cuando vi que mi tía no estaba, sin tener ni una pizca de ganas de estar sola.

Stiles salió del coche, metido en sus pensamientos, y yo me apresuré a hacer lo mismo.

-Stiles.

Lo llamé dubitativa al ver que el coche de su padre tampoco estaba, pero mi voz salió tan baja que no me oyó, y tampoco iba a volver a llamarlo, no teniendo en cuenta que cuando hablaba sentía algo cercano a cuando te cortan con tijeras las cuerdas vocales.

Así que apresuré el paso y lo cogí del brazo.

-¿Puedes quedarte conmigo un rato?

Stiles se dio la vuelta, preocupado.

-¿Estás bien?

Seguía asustada y me dolía la garganta, así que no estaba exactamente bien, pero eso era hablar demasiado, así que me encogí de hombros.

-¿Sí o no? -insistí.

-Claro.

Sonreí y comencé a caminar hacia mi casa.

Abrí la puerta y le hice un ademán de que entrara y se sentara, Stiles hizo lo pedido y yo fui a la cocina a prepararme un vaso de le leche con miel.

-¿Quieres? -le grité.

Maldije un segundo después, seguro que me había jodido del todo la garganta.

Stiles apareció poco después.

-¿De qué?

Le enseñé el vaso y este negó con la cabeza, así que me encaminé a mi cuarto. Me giré cuando vi que Stiles no me seguía.

-¿Dónde vas?

-A mi cuarto -casi gruñí.

-Ah.

Y no se movió.

Suspiré.

-Vamos.

-¿Quieres... quieres que vaya a tu cuarto?

Bebí un sorbo de leche, esperando que eso me mejorara la voz para poder preguntarle si era tonto. Funcionó, un poco.

-Claro.

-Ah.

Y comenzó a subir las escaleras incómodamente.

-¿Prefieres que nos quedemos en el salón? -le pregunté y volví a beber.

-No, no -respondió demasiado rápido. Lo miré alzando una ceja. -Solo...

-¿Nunca has estado en el cuarto de una chica o qué?

Stiles se aclaró la garganta y yo sonreí.

-No demasiado.

Solté una risita y tiré de su brazo.

-Vamos, anda.

Stiles me siguió obedientemente y yo me llevé la taza a los labios para esconder una sonrisa.

-Bueno, este es mi humilde dormitorio.

Hice un gesto teatral y me acerqué al escritorio para dejar la taza.

-Siéntate donde quieras.

Terminé con la leche, sintiendo la garganta mucho mejor y me senté en la cama.

Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora