Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}

Capítulo 20

Stiles

—Entonces, ¿podemos confiar en que Derek volverá dentro de dos días o tenemos que pensar que está en una huida más larga?

Paré de dar vueltas en el apartamento de Derek y me situé frente a Scott; ambos miramos a Cora.

—¿Por qué os importa? —preguntó la última nombrada.

—¿Que por qué me importa? —repetí, incrédulo. —Pues, verás, porque en las últimas tres semanas mi mejor amigo ha tratado de suicidarse; a su jefe casi lo matan; a una chica que conocía desde que tenía tres años la sacrificaron en un ritual; Boyd fue asesinado por Alfas... ¿Quieres que siga? Porque puedo. Puedo estar como una hora.

—¿Crees que Derek puede hacer algo al respecto?

—Pues no lo sé, pero ya que parece que es él a quien todos buscan creo que sí, que debería hacer algo.

—No estoy segura —divagó Cora —, hay algo diferente en él ahora.

—¿Ahora? ¿Cómo era antes? —intervino por fin Scott.

—Muy parecido a ti —se entrometió Peter y no pude evitar rodar los ojos. —Insoportablemente romántico, profundamente narcisista...

—¿Qué le pasó? ¿Qué lo cambió?

—Una chica, por supuesto.

—Claro, porque una chica siempre es la razón de que un adolescente normal se convierta en una persona irascible y malhumorada que apenas soporta a cualquier otro ser vivo —ironicé.

—¿Le rompieron el corazón? ¿Por eso es así ahora? —preguntó Scott, más calmado que yo.

—¿Recuerdas que Derek antes de convertirse en alfa tenía los ojos azules? —nos habló Peter, como si fuéramos incapaces de sumar dos más dos —. ¿Sabes por qué algunos lobos tienen los ojos de ese color? Si quieres saber qué cambió a Derek necesitas saber qué cambió el color de sus ojos.

—¿Nos vas a contar una historia trágica? No sé si estoy preparado psicológicamente —me burlé.

Peter me miró con condescendencia mientras Cora rodaba los ojos.

—Podría, pero creo que tienes cosas más importantes de las que ocuparte.

La tensión se apoderó de mi cuerpo.

—¿Qué sabes?

Pero fue Scott quien respondió.

—Es Willow.

Sentí como mi corazón dejó de latir por un momento.

—¿Está bien? —pregunté, angustiado.

Peter se giró para irse, pero no le presté atención.

—Lo dudo.

—Está desaparecida —me respondió Scott.

Mi mente quedó en blanco y solo en ese momento pude procesar las palabras de Peter.

—¿Lo dudas? ¿Sabías que iba a pasar? —le reclamé, enfadado. Ojalá hubiera llevado mi bate.

—Intenté avisarla, pero no me hizo caso. Mi trabajo no es cuidar de adolescentes con complejo de superioridad.

Scott tiró de mí hacia el exterior antes de que pudiera ponerme a discutir con Peter; o, en su defecto, pedirle que le diera una paliza a este.

*

—Tengo muchas preguntas y serias dudas —expresé tras mirar a todos los presentes. —¿Este es nuestro equipo de rescate? Y, ¿qué hacen ellos aquí?