Capítulo 10

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Willow

Vale, esta vez el dolor de cabeza sí que era resaca.

Lo peor era que apenas había bebido; si hubiera sabido que el dolor de cabeza iba a ser igual bebiera lo que bebiera hubiera bebido más.

Bajé a la cocina como si en vez de dormir doce horas lo hubiera hecho tres, y me apresuré a buscar una aspirina.

Me senté en la mesa, con un café delante, mirando fijamente la pared. ¿Por qué Lydia nos había obligado a ir a su fiesta si apenas nos había dicho hola? Lo pensé un par de minutos, sin llegar a ninguna conclusión, y decidí que lo pensaría cuando no sintiera que me iba a quedar durmiendo encima de la mesa.

Bebí un pequeño sorbo y seguí pensando en mi lamentable actuación de ayer. ¿Por qué había actuado así con Stiles?

¿POR QUÉ HABÍA ACTUADO ASÍ?

Me atraganté con el café y estuve a punto de derramar la taza. Oh, Dios mío. Oh, Dios mío.

¿Cómo lo iba mirar a la cara?

Primero me eché a llorar a sus brazos y luego coqueteé descaradamente con él. O puede que ni siquiera hubiera hecho eso, quizás solo había hecho el ridículo. Era lo más probable, porque no había ligado con nadie en mi vida.

El punto era ¿por qué me empeñaba, cuando estaba con él, en perder la poca dignidad que me quedaba?

Apoyé la cabeza en la mesa con un golpe y comencé a autocompadecerme.

Ahora no solo tenía que alejarme de los lobos —porque sí, seguía teniendo un poco de miedo después del altercado con Isaac —sino que también de Stiles. Parecía que mi vida social iba a comenzar a ser como en California: inexiste.

Cerré los ojos un momento, olvidándome del café y diciéndome a mí misma que una cabezadita no haría daño a nadie, aunque fueran las tres del mediodía. Pero el ruido de un motor fuera me hizo saltar de la silla; me acerqué a la ventana disimuladamente y respiré con alivio al ver que Stiles se iba.

Ahora solo tenía que preocuparme de hacer un par de tareas y volver a acostarme a dormir.


*

—¿Necesitas que te lleve a clase, cariño?

Negué ante las palabras de mi tía.

—No, gracias, me lleva el vecino.

Dejé lo que estaba haciendo cuando me di cuenta de que mi tía se había quedado mirándome.

—Se llama Stiles, es mi amigo.

Expliqué, ella asintió.

—¿Y por qué llevas gafas de sol dentro de casa?

—Es para que no se me olviden.

—¿Y por qué es tan importante que no se te olviden?

Cerré la boca ante su ceja alzada.

—¿Qué has hecho, Willow?

—No he hecho nada —repliqué ofendida.

Mi tía simplemente me miró.

—Has hecho algo que te avergüenza y estas evitando mirar al pobre chico a los ojos.

¿Desde cuándo me conocía tanto?

Continué cogiendo los últimos libros, sin querer responderle. Mi tía suspiró y se alejó mientras negaba con la cabeza.

Stiles tocó la bocina y me despedí de mi tía mientras me acomodaba las gafas y salía.

—¡Hola! —saludé demasiado contenta.

Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora