Capítulo 23

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Willow

—Sé que el experto en invadir la privacidad de la gente eres tú, pero no creo que sea buena idea que espíes a tu padre desde una columna que apenas te tapa.

Stiles dio un salto del susto.

—¿Cómo...? ¿Cómo has vuelto tan rápido?

—Ayer dejé todas mis cosas preparadas, solo tenía que coger mi mochila.

El chico a mi lado me siguió mirando como si estuviera a punto de darle un infarto, yo rodé los ojos y giré mi cuerpo para poder observar mejor al Sheriff.

—¿Qué haces? —me preguntó Stiles, alarmado, y cuando menos me había dado cuenta, este había tirado de mí hasta pegarme a él. Lo miré mal, aunque en realidad no podía mirarlo a la cara porque mi espalda estaba pegada a su pecho. —Te van a ver, loca.

Le di un pisotón, provocando que me soltara y ahora fuera él quien me viera mal.

—Ya te han visto, idiota.

—Pero no me insultes —se quejó. —Sé que tú también tienes curiosidad, yo solo estoy haciendo el trabajo sucio por ti. De nada, por cierto.

Lo miré con incredulidad y aguanté la risa.

—Pues lo estás haciendo terriblemente mal —me burlé.

—Eh —frunció el ceño —, no es cierto, no lo he hecho tan mal.

—Pues tu padre viene para acá —le dije, como si nada.

Tal y como esperaba, su mirada pasó de la tranquilidad al espanto en medio segundo.

—Oh, mierda. ¿Qué hago, qué hago, qué hago?

Vi, divertida, como estaba a punto de ponerse a dar vueltas por el pasillo, finalmente decidiéndose a usar su mochila para tapar su cabeza, como si eso fuera a hacerlo invisible.

Me carcajeé tan fuerte que estuve a punto de apoyarme en mis rodillas.

—¿De verdad? —le pregunté.

—¿Tienes una idea mejor? —me miró mal.

—Mis idea siempre son mejores —presumí.

Stiles se giró a mirar a su padre, que se encontraba a nada de llegar a nosotros, y me dio una mirada de pánico.

—Haz lo que sea, no necesito más razones para que mi padre me quiera desheredar.

Sonreí, sabiendo que iba a disfrutar mucho lo que iba a hacer.

—Primero, suelta la mochila —me acerqué a él y lo obligué a hacer lo dicho, dejando también la mía en el suelo.

—¡Me estás quitando mi escudo! —murmuró, exaltado.

—Cállate y haz lo que te digo —lo oí refunfuñar por lo bajo, pero me limité a ignorarlo —, ahora, cámbiame el sitio.

—¿Qué?

—¡Stiles! Reacciona. Déjame apoyarme en la pared y ponte delante.

Confundido, hizo lo que le pedí.

—¿Y ahora?

—Da un paso —Stiles dio un paso minúsculo hacia mí. Rodé los ojos. —No me digas que ahora te da vergüenza estar cerca de mí.

Stiles ignoró mi tono irónico y se limitó a acercarse un poco más.

—¿Y ahora? —volvió a preguntar, nervioso.

—¿Dónde está tu padre?

—A menos de tres metros de nosotros.

—Bien —murmuré.

Nightmare's Daydreams {Stiles Stilinski}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora