"Nikolai Gogol es un hombre exitoso, tiene su propio Editorial con la revista más vendida en todo Moscú, y además, publica verdaderos libros que podían en un futuro convertirse en obras de carácter universal en la literatura rusa, sin embargo, tal c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Editorial; uno más, que más da
No daba crédito a la confesión, no cuando ni siquiera pudo pensar en que era una opción, pero siendo sincero, escucharle hizo que todo tuviese sentido.
—Mi madre no podía tener hijos, fue algo que también influyó en la decisión para no aceptarla, pero mi padre estaba decidido y con el tiempo buscaron la manera. Pero esto hizo que recibieran más odio de parte de las dos familas, seguían pensando en que las intenciones de mis padres era quedarse con la fortuna correspondiente, y ya que tenían una heredera, no había manera de que no pensaran mal. —Pese a qué no estuvo presente en esos momentos de infortunio, Rilina siempre sintió lo que sus padres—. Después de un tiempo hicieron las pases, porque no podían dar esa imagen a la sociedad; todo parecía ir bien, sin embargo, no lo estaba. Hubo muchas peleas conmigo de por medio, era pequeña, pero me enteré por la boca de otros que había sido huérfana y que por ello no merecía ser tratada como parte de la familia, de ninguna de las dos.
—Eso es... muy cruel —se le escapó al millonario por accidente, aunque ella asintió.
—Fue cruel. Mis padres entonces decidieron explicarme la situación y volvieron a alejarse para que no me hicieran más daño... no iban a cambiar, y nunca lo han hecho. Entonces, cuando mi padre murió, definitivamente se acabó la conexión con su familia y nunca más escuchamos de ellos; y con mi madre, cuando enfermó, ninguna de sus hermanas quiso ayudarnos, pues era una desgracia que tuviese una hija como yo.
Finalizó. Rilina no estaba llorando, solo, contar aquella historia le provocaba coraje. Sobre todo porque esa mañana había escuchado llorar a las mujeres y mencionar más que hipocresías sobre su hermana.
—Así que ellos no están dispuestos a darte la mano —concluyó el albino. Negaba con la cabeza, ya que de igual manera la historia le provocó ira.
—No necesito nada de ellos, desde que tengo uso de razón sé que no soy aceptada, y por ello tampoco los acepto. No quería que vinieran al funeral, pero al final, mi madre forma parte de su familia. —Resignada era la palabra perfecta para expresar como se sentía con todo lo sucedido.
