двадцать | 20

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Editorial; no es lo que le falta la vida

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Editorial; no es lo que le falta la vida


          —Sin falta, sin ningún segundo en contra, sin nada que me deje en vergüenza, sin importar lo que se atraviese en el camino... Recoge al señor Nakahara y a sus acompañantes, o puedes ir olvidándote de que trabajas para mí. —La amenaza salió de sus labios, su mirada ni siquiera se posó en aquellos dos frente a él, sin embargo, al que mandaba ni siquiera se inmutó, porque las palabras no eran otras que no conocía de antemano.

          Algunas semanas de duro trabajo dieron los resultados que tanto esperaban. Era verdad que habían laborado como dementes para compensar el tiempo perdido, y gracias a ello, la primera antología del poeta había sido traducida y publicada a nombre del Editorial Gogol, además, generado ingresos potenciales desde el primer día en librerías y tiendas digitales, por ello, era hora de una celebración digna.
          El salón más ostentoso de la cuidad había sido rentado y decorado a la letra del señor Gogol, pues la magnitud de su éxito no tenía precio; no escatimó en gastos y tampoco en invitaciones a las mejores celebridades, por supuesto, el invitado de honor era Nakahara Chuuya, a quien acompañarían más destacados escritores y figuras de su nipón, por lo que, incluso si no lo hubiesen querido, se convirtió en el evento del año.

          Era perfecto, habían pasado años desde la última fiesta que el magnate organizó y se colocó en la boca de todos. Por lo que, indiscutiblemente, tenía que salir a la perfección, o, más que eso.

          —¿Necesita que un auto pase por usted? Osamu estará ocupado y debe estar puntual en el evento —se dirigió a la joven que mantenía su agenda casi frente a su rostro, la que luego bajó para contestar.

          —No, gracias. Puedo llegar por mi propio pie —negó tal como decía. Era cierto que el administrador era quien le llevaba y traía cuando se trataba de trabajo en esas últimas vísperas, pero no era que fuese un verdadero problema moverse sola por la cuidad.

          —Bien. —Dejó el bolígrafo de lado y les observó con seriedad—. Hoy todo tiene que salir bien, y depende de ustedes dos, ya saben lo que eso significa.

The Editorial | Nikolai Gogol 🎪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora