сорок пять | 45

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Editorial: ha llegado en buen momento

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Editorial: ha llegado en buen momento

        La clínica pública era de fácil acceso, más para los pacientes que para las personas que no tenían asunto en sus instalaciones, claro estaba. Por ejemplo, cuando Rilina se había golpeado la cabeza no hubo inconveniente en que le atendieran, y tanto Osamu como su jefe le acompañaran mientras despertaba.

          Pero, ¿qué haría una persona sin motivo ahí? Alguien que no estaba enfermo y herido, y que no tenía la intención de acompañar a nadie.

          —Buenos días, ¿se encuentra el señor Zomiotov en su oficina? —cuestionó el hombre de cabellos castaños a la recepcionista que apenas estaba despierta.

          —Buenos días, ¿tiene algún asunto pendiente con él? —No sería fácil entrar.

           —Por supuesto, es un gran amigo y estimado mío. Él me pidió que viniera —mintió, aunque no del todo, pues no era la primera vez que se encontraba al mencionado.

          —Lo siento, pero el trabajador social Zomiotov no me pidió que esperara a alguien. Puede aguardar a que salga, si es que es su estimado amigo, pero él está ocupado en este momento y no puedo interrumpirlo —justificó la señorita, pues por muy apuesto que fuese el visitante, ella debía hacer su trabajo.

          —Oh, es una lastima, pero lo esperaré, no me supone problema. Muchas gracias por atenderme —se devolvió educado y tomó asiento cerca, pues la oficina se seguridad social no era exactamente grande.

          El gran y afamado Lev Tolstói tenía una misión ese día. Visitar al señor Zomiotov, el hombre que había atendido a Nikolai Gogol cuando casi se le atribuyó el delito de negligencia laboral en contra de Rilina Thomashevsky. El motivo era un misterio, pero no para él y para los implicados que no sabían nada sobre sus movimientos.

          Tenía que entrar a como diera lugar en la oficina, desde el inicio sabía que no iba a ser pan comido, pero la oportunidad se presentó cuando la recepcionista de uniforme celeste se levantó cuando alguien más le llamó.

The Editorial | Nikolai Gogol 🎪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora