Advertencia: contenido sentimental fuerte(?). Mención de violencia física y abuso sexual.
*
El frío parecía llegar hasta los huesos. El humo del incienso le hacía sentir en casa. La sala era lo suficientemente grande para tener fotos familiares desde el primer día en que la familia nació, hasta del año reciente.
También, algunas fotos individuales y pequeñas con los hijos de la familia adornaban los espacios en blanco. Cada uno de los retratos se encontraban enmarcados en colores dorados, hasta parecían ser de oro.
Sin embargo, lo que llamaba la atención era la fotografía grande, esa que colgaba en medio de la sala. Todos los integrantes eran atractivos pero había alguien en especial que le llamó la atención. Un joven vestido de negro resaltando de los colores claros y dorados que el resto usaba.
Tenía el cabello largo hasta los hombros, perforaciones por todo el rostro y un delineado difuminado de color negro debajo de las pestañas inferiores. Los hipnotizantes ojos rojizos le invitaban a mirar de cerca, a mirar en esa dirección y no despegar la mirada.
Aunque en realidad hubiera mirado por horas.
Le dió un sorbo a la taza de té blanco. La puerta atrás de él se abrió, sin embargo, no se movió de ahí. Las manos inconfundibles de Xue Yang lo tomaron por la cintura y le acercaron al pecho del otro.
—Los encontré ¿Quieres verlos?— susurró en su oído.
—En un momento, estoy viendo a ese chico guapo— señaló la foto frente a él.
—Ese chico guapo acaba de follarte ¿Quieres que lo siga haciendo?— cuestionó, causando una risa en el otro, además de un escalofrío agradable.
—La verdad sí pero, tengo que hablar con un molesto inglés— contestó.
Después de la velada placentera, tuvieron que ir a dormir a la casa de Xue Yang, aunque en realidad no durmieron mas que un par de horas, antes de reanudar las caricias sexuales.
No habían probado bocado, aunque en realidad Xingchen no tenía apetito, ni un poco. Tenía miedo de obtener respuestas, de que la manera de huir, el "plan" que tuviera que llevarse a cabo, fuera demasiado para él.
¿Y sí no tenía la fortaleza de hacerlo? ¿Iba a vivir toda su vida con Zichen entonces? ¿Haría a un lado su relación con Xue Yang? ¿Se haría a un lado a él mismo?
Pensar en ello le creó un nudo en la garganta que pudo quitar con un trago de té. Giró en su propio eje para encontrar a su novio con el rostro relajado, uno que jamás había conocido.
Luego, miró la mesa de atrás en dónde había tres carpetas distintas de gran capacidad y altura. Le dió un beso en la frente a su novio y le indicó con un gesto que quería ver el contenido.
Tomaron asiento a lado del otro. Yang abrió la carpeta que le pertenecía, dejando ver muchísimas fotos de él desde que tenía 8 años, hasta un par de años atrás. En las primeras se podía apreciar lo reacio que estaba a tomarse fotos ya que tenían que tomarlas cuando estaba distraído.
En donde miraba a la cámara estaba con alguno de sus hermanos, en especial GuangYao o Xuan Yu. Página a página podía observar el desarrollo silencioso, la confianza creciente, incluso las bromas con su dedo inexistente; por dar un ejemplo: esa foto donde hizo pinki promise con la mano izquierda.
Había una en especial, que también estaba repetida, donde estaba en un herpentario con distintas serpientes alrededor, en especial una que se le hizo familiar.
—Es cómo Jiangzai, una serpiente Boca de cerdo— explicó al ver la atención Xingchen.
—¿Siempre te han gustado las serpientes?— preguntó con interés.
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Getaway car
FanfictionCuando Xue Yang apareció en su vida, Xiao Xingchen empezó a dudar sobre todo en su vida. Empezando por el amor, y siguiendo por su moral. Y sabía muy bien que nada bueno empieza en un "auto de escape".