Status Quo

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El paisaje frente a la ventana era bastante bello. Parecía una pintura pretenciosa de la realidad, sin embargo, todas esas flores y arbustos eran reales.

Hasta esa combinación se veía costosa. Él parecía desentonar en todo ese contexto, aunque su ropa y todo lo que usaba era "costoso".

Tal vez se sentía así gracias a la visita inesperada de Tom, el inglés. No le odiaba, se sentía inferior a él, se sentía tan poca cosa en comparación. Era más atractivo que él, seguramente más gracioso, más agradable.

Y él...

—¡Cómo odio a los ingleses! Sí claro, van a saber más que nosotros acerca del té. Creí que solo los estadounidenses eran así— refunfuño Xuan Yu a la lejanía, entrando a la sala.

Xingchen comenzó a reírse de aquello. Decía la verdad, solo que escuchar sus pensamientos en voz alta era gracioso.

—¡Oh, ahí estás! Creí que MeiMei te iba a esconder en su habitación para evitar que mi padre se te acercara— dijo al verlo —¿Quieres un helado?— mostró el cono que tenía en la mano.

—No, gracias. Creí que estarías con todos los demás— contestó confundido.

—Ah eso. Zixuan y yo no entramos a esas reuniones. Mi hermano por creerse moralmente superior que nosotros y en mi caso porque soy un chismoso— explicó sin dejar de comer su helado.

Xingchen tenía más preguntas que respuestas ¿De qué hablaban en esas reuniones? ¿Porqué el chico inglés estaba ahí?

No quería preguntar más, por miedo y por vergüenza. Siguió observando todo lo que abarcaba ese lugar, desde la piscina lejana, los lotos que estaban cerca y el resto de flores que había. Por esos segundos se olvidó de todo.

Imaginó a un pequeño Xue Yang correr de un lugar a otro, persiguiendo a Xuan Yu, haciendo travesuras cada que podía. Sonrió ante esa imagen mental, lleno de ternura.

Había pasado bastante tiempo desde que todos habían entrado a una sala cercana a la cocina para hablar de negocios. Si se era honesto, se sentía aburrido. Tal vez debió de aceptar ese helado.

Escuchó otros pasos acercarse a él, así que volteó para ver quién estaba ahí. Sonrió inconsciente al notar a Xue Yang, quién venía de mal humor. Lamentablemente, atrás de él venía Tom, pegado a él.

—Xuan Yu ¿Puedes llevar a Tom con el chófer para que lo lleve a su hotel?— asintió fingiendo buen humor.

—¿Xingchen verdad? Haces bonita pareja con Chengmei— halagó sonriente.

Cómo respuesta, solo sonrió e hizo una reverencia. Aún así tenía una inseguridad latente en cuanto a su presencia. Lo vió cruzar el marco de la puerta; hasta entonces pudo volver a respirar con normalidad.

Una mano rodeó su cintura, siendo cuidadoso, como si estuviera agarrando algo frágil y valioso. Le apretó con cuidado, pidiendo permiso.

—¿Qué tienes?— preguntó Xingchen al ver que el malhumor no disminuía.

—Estoy cansado— respondió a secas pero sin ser grosero. Realmente estaba cansado.

Xingchen hizo una mueca con los labios, desconfiando un poco de su respuesta, sin embargo decidió creerle. Acarició su rostro antes de darle un beso en los labios.

—Por cierto, disculpa por la actitud de Guang Shan, es un maldito promiscuo— comentó al recordar que le estuvo coqueteando toda la comida, frente al inglés, a quién también le coqueteó.

—Tranquilo, no pasa nada— se encogió de hombros.

Yang lo observó con atención, dándose cuenta de que estaba actuando extraño. Le tomó suavemente de la barbilla para que sus miradas se encontraran. Levantó sus cejas varias veces para hacerlo reír, cosa que funcionó.

Getaway carDonde viven las historias. Descúbrelo ahora