Boyfriend

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Advertencia: escena sexual explícita, lenguaje subido de tono y sadomasoquismo leve.

*

Parte 2

El silencio dentro de la cabaña era bastante agradable, al igual que la camisa de franela negra que Xue Yang le había dado. Su pantalón al igual que su abrigo se ensuciaron con la tierra y el pasto de la montaña, pero lo único que pudo cambiar fue el abrigo.

Comenzó a divagar mientras espera el regreso del otro. Se sentía extraño: estaba fuera de casa, con alguien que no era su prometido, en un lugar que no conocía. Sin embargo, se sentía real y su mente parecía estar guardando cada recuerdo con cuidado y sin confundir las cosas reales con las imaginarias.

Xue Yang había ido al centro de la ciudad para comprar pizza además de otros antojos que tenían. Ante el desmayo de Xingchen insistió demasiado en que tenía que comer bien, aunque fuera solo ese día.

Había pasado algunos días en que comía solo una vez, así que su cuerpo no iba a resistir horas de ejercicio, caminatas, sesiones de fotografía y algunas horas de pintura. Sabía que no podía hacerse eso, sin embargo, tenía que mantener estable la cantidad de comida que consumía.

A pesar del mareo ligero que tenía comenzó a aburrirse de estar sin hacer nada; tomó su teléfono para entretenerse por unos segundos, descubriendo que tenía un par de llamadas perdidas de Zichen. Entró en pánico, tenía que llamarlo enseguida o tendría problemas.

Volvió a respirar cuando contestó.

—Estaba lejos del teléfono, no lo escuché, lo siento— fue lo primero que dijo. Escuchó una risa pequeña del otro lado de la llamada y por alguna razón tuvo un mal presentimiento.

—Quería saber cómo estabas. No pude llamarte ayer porque estaba demasiado ocupado— explicó con calma —Hoy en la noche te va a llegar otra sorpresa, también por eso te llamaba— su tono de voz se escuchaba más amable, hasta podía decir que estaba siendo cariñoso.

El corazón de Xingchen se movió ante esa noticia, por un momento se sintió como si hubieran regresado el tiempo y estuvieran en sus primeros meses de noviazgo, aunque sabía que no era así. El remordimiento volvió, no tenía porqué estar en una casa ajena.

—Estoy bien, he tenido bastante trabajo — contestó a secas —Me siento un poco enfermo, no creo salir esta noche; ahora tengo otra razón para no hacerlo— finalizó.

—Bien, te llamaré mañana para ver cómo sigues, sea lo que sea que tengas y para saber si te gustó tu sorpresa— además de la voz de Song Lan se escuchó otras más las cuales no pudo entender —Me tengo que ir, cuídate bien, mi amor— colgó.

Otro mal presentimiento llegó a su corazón. No sabía que era, pero lo sentía. O solo era la culpa que lo carcomía.

Metió el teléfono a su bolsa, reprimiendo sus ganas de lanzarlo por los aires para borrar todo ello. Quería desaparecer y quedarse en aquella cabaña cómoda. Qué tentador.

El mareo que sentía se incrementó; llevó sus manos al rostro para evitar las luces y calmarse antes de que la "comida" llegara. Cerró los ojos para poder conservar la calma e ignorar el mal presentimiento. Escuchó la puerta principal abrirse pero siguió en esa posición; no se movió ni abrió los ojos.

—¿Estás dormido?— preguntó Yang con la voz baja. Sin recibir respuesta, tocó con delicadeza el rostro, acariciando con suavidad una mejilla. Le dió un beso en la frente para dejarlo dormir.

—No, solo estoy mareado— contestó divertido. Xue Yang se rió de sí mismo.

—Vamos a comer entonces, y no me importa qué dieta estricta tengas, tienes que comer bien— dijo con un tono severo sin dejar de acariciar el rostro ajeno.

Getaway carDonde viven las historias. Descúbrelo ahora