11. Suavidad de una lucha.

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Durante las siguientes noches en las que fue al table dance, estuvo sumamente cuidadoso de no hacer una idiotez como la última en donde neta temió por su vida. El señor Yang era alguien escalofriante y no se veía que le gustara repetir las cosas dos veces, por lo que Hyunjin se mantenía dentro de su área correspondiente; el escenario, del cual no podía bajar durante todo su espectáculo, ya que siempre que su alma se impregnaba de lujuria y quería acercarse a algún cliente para hacerle un baile más privado, un escalofrío recorría su cuerpo giraba la cabeza hacia atrás, sentía perfectamente como si un hombre detrás de las cortinas, le estuviera apuntando en la cabeza con una pistola.

Tal vez y ya estaba paranoico, pero no se arriesgaría a descubrir que tan lejos el señor Yang podía llegar.

No volvió a ver a Changbin entre la multitud, la idea de que hubiera descubierto que esa bella dama que se le subió encima esa noche se trataba de su ex-novio le invadió la cabeza, lo que para él significaría que su relación terminaría para siempre.

Tenía una mínima pizca de esperanza de que el pelinegro llegara un día a buscarlo con un enorme ramo de flores que acostumbraba a darle solo porque si o podría aparecer en su casa a la medianoche golpeando su ventana para que el castaño asomara la cabeza y se encontrara con su amado muy elegante sosteniendo en sus manos un letrero de "¿Quieres ser mi novio?" con unos mariachis de fondo tocándole alguna canción romántica.

Estaba idealizando demasiado, no podía culpársele, era el tipo de tratos que el pelinegro lo tenía acostumbrado, siempre fue muy detallista y no le importaba si quedaba en ridículo para los demás con tal de que el menor riera cuando se sentía triste o decaído.

Su hermana -desde que le confesó quien era su novio- le repitió la misma frase de que no fuera alguien tan miserable como para que su felicidad dependiera y su vida girara entorno su vida girara entorno totalmente de una persona que podía estar manipulándola. Pero el castaño solo rodaba los ojos cansado de la misma charla diciendo que su bigotón no era como los demás, que era distinto y no tenía punto de comparación, ni si quiera se detenía a analizar la frase y solo hacía oídos sordos mientras lo abrazaba a con fuerza.

Caminaba en dirección a la playa, pues debía de ayudarle a Felix a sacar las lanchas lo más temprano posible para ponerse a trabajar de lanchero, ya que no conseguía chamba de muralista o si quiera de pintor de brocha gorda; era obvio que menos lo contratarían si no venia con un diploma de alguna universidad artística.

Eran de ese tipo de sueños de que, a menos de fuera millonario, no podría cumplir, por lo que solo le daba guardar su pasión por el óleo y las pinturas como un hobby que podía practicar unos 10 minutos al día si es que le daba tiempo.

De sus tiempos de escuincle, se preguntaba cómo sería de grande, jamás imaginó verse a su yo de 20 años siendo un lanchero de las playas de su querido Acapulco, puesto que su amá le repetía que esas personas estaban así porque no tenían los suficientes estudios. Por algo casi le da un infarto cuando su hijito le dijo que ejercería de aquel trabajo en lo que juntaba dinero para independizarse y poder continuar con sus estudios. La señora Pérez, lo presionaba cada día más y más para que por fin sacara sus chivas de la casa y se fuera, encontrara a una mujer con la que casarse y así formar a su familia; quería que saliera adelante, pues ella siempre lo describió como alguien tonto (por ir mal en la escuela, aunque en materias como artes y diseño era de los mejores), flojo (ella misma lo desmotivaba con sus insultos) y llorón (no aguantaba ni un cinturonazo).

Hyunjin no soportaba esa presión de su madre, ella quería que se "curara" de la horrible enfermedad de la homosexualidad que padecía. Cada vez que soltaba un comentario de "tu futura novia" "tu esposa", él se aguantaba las ganas de llorar y de volver a decirle por milésima vez que le gustaban los hombres.

El Luchador (ChangJin - Skz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora