19. Pulcro pasando a cenizas.

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Corrió alegre por los pasillos, saltando en el aire y gritando de emoción, su cerebro se sentía al 100%, finalmente podía decir que esos nudos que en su infancia lo hicieron sufrir se deshicieron para dar paso a una felicidad desenfrenada.

Al detenerse en la puerta del camerino, Chris le permitió el paso luego de recibirlo con un fuerte abrazo mientras le entregaba una pulsera de tela amanera de agradecimiento por todo el esfuerzo que hizo y el buen papel que llevó a cabo.

Se desmaquilló, su piel se irritó un poco y sus mejillas quedaron de un color rosado al igual que sus labios, se empapó el cabello con agua y fue al baño para quitarse el ya sudado vestuario que atesoraría casi por el resto de su vida, su primera gran presentación resultando todo un éxito, con la gente conmovida por la interesante historia y maravilladas por las coreografías perfectas y muy bien coordinadas, Chris había hecho un gran trabajo como maestro.

Saliendo del baño se topó con un bigotón con ojitos tristes. Esa escena por poco y hace que Hyunjin se muriera de la tristeza, era de las pocas veces que lo veía llorar desde que se conocieron, esas brillosas pupilas que con el simple hecho de verlas le daba mil años de vida ahora se veían con una fina capa de cristal y una sonrisa forzada con la cual fingía estar bien.

— Binnie... — susurró también llorando y apoderándose de su cuerpo, pudiendo sentir el calor corporal ajeno.

— Lo hiciste increíble — felicitó apretándolo para pegarlo más hacia él a pesar de que apestaba gacho a sudor.

— Gracias por venir a verme — mencionó el castaño logrando sentir los latidos del otro provenir de su pecho — Yo quería impresionarte, no me gustaría hacerte sentir vergüenza de tenerme como novio.

Se formó un raro silencio en el que se mantuvieron a una distancia considerable con sus ojos fijos en los de los otros. Y de pronto, una cachetada se hizo presente en la mejilla del menor, arrebatándole un hilo de saliva y un jadeo de impresión.

— No quiero oír que vuelvas a deci' eso — indicó Changbin mientras le ayudaba a ponerse de pie y sujetaba con fuerza sus muñecas, al punto en que la piel del menor enrojeció — Con tu actuación de hoy me dejastes boquiabierto, yo sabía que lo harías increíble, pero incluso esa barrera la rompiste y a media obra tuve que salirme porque las lágrimas no me dejaban de salir de mi' ojos, me enorgullece decir que eres mi novio y que solo a mí me entregas tu alma.

— Yo solo quiero ser tuyo, yo te amo como no tienes una idea — tomó al más bajo del cuello y unió sus frentes, podía oler el aliento a cigarro del otro.

— Lamento lo que voy a hacer, prometo que esto es la única opción que tenía — su voz sonaba triste y llena de culpa, lo que le dió un muy mal presentimiento al menor.

— ¿Qué? ¿Qué vas a hacer? — preguntó asustado alejándose de él.

— Es mejor que vayamos afuera para que lo veas, prometo que será rápido, no más de 2 horas y que después de eso te trataré como un príncipe — lo tomó de la mano y se aproximó a la puerta de los camerinos —  Te acompaño por tus cosas, pero te espero afuera ¿Está bien?

— Si — abrió la puerta y fue guardando sus cosas al interior de su mochila — Por cierto ¿Dónde conseguiste esas flores y como sabias que cambie de favoritas?

— Uhm pues — tomó asiento en la silla subiendo la cabeza para continuar mirando al menor — Lo supuse ese día que fuimo' esa fiesta donde casi de tiras de un balcón para echarte un clavado en la piscina, no dejaste de repetir cuán bonitas eran las petunias.

— ¿De verdad te acuerdas de todo lo que digo aún borracho? — inquirió cargando su obsequio y haciéndole una seña con la cabeza de que ya podían irse.

El Luchador (ChangJin - Skz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora