20. Una máscara debajo de otra.

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¿Qué demonios hacia en los vestidores de la arena preparándose para una pelea mientras su novio se encontraba en el hospital en un estado casi crítico por una sobredosis y un ataque de pánico por la asquerosa experiencia que vivió hace menos de una semana?

Él también deseaba saber lo mismo, no comprendía porque es que le había hecho caso de asistir a tarado de Minho. A este punto ya debería de comprender que él y todas las personas con las que se relacionaba no eran más que marionetas de alguien que controlaba todo.

Aunque dentro de todo, Minho tenía razón, no había participado en alguna pelea desde que los medios se lo comieron vivo y de que su doble fue Christopher.

Por lo tanto, la gente ya exigía verlo sin importarle que la persona detrás de aquella máscara no se sintiera del todo bien tanto física como emocionalmente. Para muchos de sus admiradores, Mictlantecuhtli no era más que una espectáculo para olvidarse de sus problemas y pasar un buen rato con su familia, pareja, o amigos.

Y él, si quería que parte de sus ingresos fueran de la lucha libre, debía de hacerles caso o se hundiría en el gran camino que era llegar a un punto máximo como la WWE. El mundo del arte y espectáculo fue, es y siempre será un mundo donde la opinión del público y de la mayoría, vencerá a lo que uno quiere, porque si ya tienes admiradores, tu misión es mantenerlos, a fin de cuentas son quienes te dan de comer.

Y los peores años para Changbin en el ámbito de la lucha libre estaban asomándose, puesto que Minho comenzaría a explorarlo hasta sacarle la última gota, siendo la sombra de su grandeza su manager, quien decidía que traje usaría, qué palabras diría. Todo arriba del ring estaría controlado por ese hombre y lo inscribiría a tantos combates que llegaría el día en que su cuerpo no resistiría un golpe más.

Tapó su jeta con su máscara, ya no contaba con todas las plumas como era de esperarse y la capa estaba un poco maltratada de la parte inferior, además de que la pintura blanca iba desapareciendo.

No se sentía confiado como para luchar, ninguno de sus amigos estaría en las gradas animándolo, de nada le animaba ver a tanta gente gritando su nombre si las personas más importantes para él no lo harían. Hyunjin se quedaría en el hospital por un tiempo indefinido, Namjoon y otros militares se mantenían afuera de la habitación, cuidando y revisando con mucha cautela quien entraba, que le dejaban, que contenía la comida y comprobando si los medicamentos que le suministraban eran los correctos. Órdenes estrictas del bigotón.

Seungmin hizo acto de presencia al enterarse que su ex-compañero de la prepa se encontraba en el hospital del cual ahora era residente. La carrera de medicina le pareció estupenda y cuando tuvo la oportunidad de poder irse a aprender a un hospital, no lo dudó, aunque jamás espero reencontrarse con su antiguo mejor amigo.

Al ir a verlo, solo lo abrazó y tuvieron una breve charla de como les habían ido en sus vidas, para cada quien fue algo bastante lindo volverse a ver pese a que el castaño no se hallaba en las mejores condiciones.

Se fue a parar al borde de la gran puerta que lo conducía al cuadrilátero. Los comentaristas gritaron con mucha emoción su nombre y él decidió entrar de manera épica y elegante como Christopher le enseñó unos días atrás.

Al parecer, a su maestro le pareció buena idea combinar la lucha libre con el ballet y durante los días anteriores, no le enseñó ninguna llave nueva o algo por el estilo, más bien se puso un leotardo rosa, mallas y zapatillas y obligó al pelinegro a hacerlo también en el mismo gimnasio, rodeados de hombres que su autoestima dependía de que tan grandes eran sus músculos y toda su masculinidad se basaba en ver quien era más fuerte y se veía más rudo o intimidante. Estos dos weyes se robaban la atención dando vueltas sobre la punta de sus pies, haciendo splits en el aire o saltos abriendo lo más posible el compás sin doblar las rodillas, correteándose de puntitas él uno al otro con un listón blanco en la mano y lo más importante: aprendiendo a los diferentes tipos de giros y como hacerlos para conectarlos con alguna patada o una llave.

El Luchador (ChangJin - Skz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora