30. Realidad

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No podía creer lo que sus ojos eran testigo de: la carrera que tanto le había costado construir, en la que sangró, lloró y sudó por años, la que lo hizo sentirse indestructible y le dió tanta felicidad, estaba siendo destruida de la peor manera.

Fotos suyas un tanto comprometedoras con un hombre al cual afortunadamente le taparon la cara eran transmitidas en casi todos los medios de noticias y de chismes. Videos suyos en donde se le veía caminar tomado de la mano del mismo joven desconocido por el resto mundo. Miles de pruebas acerca de su orientación sexual eran puestas en su contra, todo para arruinarle lo que tanto le costó.

Apagó la televisión, intentó mantener su respiración tranquila, no le podía exigir mucho a su recién operada nariz. La cabeza le zumbaba, probablemente por los daños en el cráneo que sufrió por los golpes de su pelea de hace unas semanas.

Estaba furioso, era obvio quien fue el que le dió todas esas pruebas a los reporteros; debió de haberse esperado algo así viniendo de Yang, no obstante, se olvidó por completo de lo vengativo y sin corazón que ese hombre era antes de meterse a los golpes con él.

Miró a su alrededor mientras las lágrimas caían sobre sus mejillas, no había absolutamente nadie, sus hijas estaban en la escuela, a Namjoon y a Christopher le prohibieron acercársele o los matarían, Lee estaba del lado de Yang por su puesto y lo que más le dolía; Hyunjin no se dignaba a ir a verlo, seguía aún muy enfadado con él y desde la noche en el table dance, no lo había visto, puesto que Changbin no soportó el dolor físico y llamó a una ambulancia para que fueran de urgencia por él.

Sabía que su esposo era conocedor de que se encontraba bastante grave en el hospital, sin embargo, este no quería ir a verlo y eso era algo que le dolía demasiado, ni si quiera unas flores, una tarjeta, absolutamente nada a comparación de cuando el castaño estuvo en la sala de urgencias, que él nunca se despegaba de su lado y estaba demasiado preocupado en saber en qué condiciones se encontraba.

Injusto, pero Changbin lo hacía porque le nacía hacerlo, a Hyunjin no.

Su cuerpo se encontraba bastante débil, no podía moverse puesto que tenía la cadera en muy mal estado junto con el tobillo derecho, las costillas inferiores las tenía quebradas al igual que sus muñecas y sus dedos, su hombro izquierdo se había dislocado, necesitaba ayuda de varios enfermeros para moverse. En los primeros días de haber sido internado, tenía problemas del habla y no coordinaba movimientos muy fáciles, muchas neuronas fueron dañadas esa noche.

Además, sus ánimos estaban por los suelos por la noticia de la que se acababa de enterar y eso le bajó mucho las defensas, estaba vulnerable no solo contra enfermedades, sino contra el mundo que se lo estaba comiendo vivo por algo que ni les afectaba, ni les debería de importar por ser su vida privada.

Pero ¿Qué podía esperar? La gente era curiosa y aunque no tuviera que ver con ellos, daban su opinión y punto de vista que absolutamente nadie les pidió.

Los moretones de encima de su piel iban haciéndose más grandes, puesto que muchos vasos sanguíneos se le rompieron y le dejaron manchas púrpuras en gran parte de su espalda.

Pese a tener anestesia, le dolía demasiado todo, estaba tan cansado que solo quería dormir, no obstante, ni eso conseguía.

Los medicamentos que le proporcionaban sabían horriblemente mal, le daban náuseas solo olerlos y al pasarlos por su tráquea un terrible ardor lo torturaba. Parecían más veneno que cosas hechas para que le ayudaran con su dolor.

El Sol mañanero entraba por su ventana haciéndolo entrar en calor levemente, presionó uno de los botones y una enfermera entró al cuarto ofreciéndole desayuno para después hacerle una burla sobre el hecho de que era gay. Todos sabían la verdad.

El Luchador (ChangJin - Skz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora