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Moët & Chandon

Quedaban dos días para que las pequeñas vacaciones en las que Nayeon había sido envuelta a base de engaños culminara, por ende, fue el día más aburrido, y tristemente  justo ese día estaban celebrando el cumpleaños de la abuela de los Myoui, quien bailaba con una energía tremenda en el centro del salón totalmente sola.

Al menos ella se divertía.

Casi todos habían encontrado un método contra el aburrimiento, los niños jugaban a las escondidas por debajo de todas las mesas y los adultos cotilleaban y contaban chistes que no podían soltar frente a sus hijos generalmente.

Pero, en la esquina de la habitación estaba la mesa de los "adolescentes", que estaba formada por Tzuyu, Seunghoon, Nayeon y Mina, de los cuales sólo Nayeon parecía divertirse mínimamente por el simple hecho de tener una botella de champán a la mano.

Pero, ya había tomado tres de ellas.

Ella sola.

—Ya es suficiente —Suspiró la mayor de los cuatro, quitándole la botella de la mano a la morena para esconderla bajo su silla.

—¿Y... tuuuu quieen... piensas... que eeeres... ñah?

—¿Tenían que traer a la mesa cinco botellas de champán? —Suspiró Mina, tomando firmemente a la borracha coreana del hombro para evitar que se cayera de alguna de los lados de la silla.

—No pensamos que ella se tomaría tres de ellas —Se encogió de hombros el chico, mirando con algo de diversión el pobre estado de la menor, quien no paraba de balbucear y reír mientras se tambaleaba a los lados como un reloj antiguo.

—Va a ser imposible llevarla a la habitación ahora...

—Creo que quisiste decir a la cama.

—Cállate —Refunfuñó, bajando la mirada al sentir sus mejillas comenzar a arder. Habría sido mucho más fácil disimular si no hubieran hecho aquello hace como un día.

—Podemos dejarla aquí —Propuso Tzuyu luciendo una brillante sonrisa con tan sólo imaginárselo, pasando por alto el sonrojo en las mejillas de su hermana al estar demasiado ocupada fantaseando con tirar a Nayeon por el mirador.

—No la dejaremos aquí sola, unnie.

—Seunghoon se puede quedar con ella.

—¿Y yo por qué? Que se quede Mina, es su novia, no mía.

—¡Que no es mi novia!

—Por cierto, ¿dónde está?

Inmediatamente Mina se giró hacia la silla junto a ella, y el pánico llegó a ella al ver que ésta estaba vacía.

Sus ojos buscaron desesperados a la coreana por todo el lugar, y su corazón se congeló al encontrarla parada sobre el mesón central, alzando una de sus manos con toda la intención de hablar.

—¡YO! ¡Tengooo... algo que deeeecir!

—¿Qué mierda está haciendo? —Rió Seunghoon, descansando su mentón sobre el dorso de su mano dispuesto a disfrutar de la escena.

—¡ESTO EEES PARA LA BEBÉ DE LA FAMIIILIA!

Automáticamente todas las miradas pararon en Mina, incomodando a ésta de una manera que la hizo encogerse en su asiento como un armadillo.

—¡MINARI! —Su dedo índice señaló a la castaña, haciendo a ésta aguantar la respiración al confirmar que efectivamente, se refería a ella—. ¡ERES HERMOOOOSA!

—¿Qué coño está pasando aquí? —Masculló Tzuyu, levantándose de la mesa para acercarse a la chica que estaba haciendo el mayor ridículo de su vida, pero se detuvo al dar un par de pasos lejos de la mesa en cuanto la mayor volvió a hablar.

Under The Blooming Roses (MINAYEON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora