20

149 20 0
                                    

Freshman

No era capaz de entender qué le sucedía.

Nunca antes había pasado por algo parecido a lo que estaba viviendo.

Y era un duro golpe para su orgullo admitirlo, pero, quería a Mina.

La quería en su cama en esos instantes.

Quería hacerle todo lo que existiera y lo que aún faltaba por descubrir.

No lo quería, lo necesitaba, de una forma tan enfermiza y obsesiva que estaba considerando muy en serio haber perdido la cabeza después de alargar durante tanto tiempo lo inminente.

Nunca en su vida había necesitado tanto a alguien de ese modo.

Lo peor era que estaba perfectamente consciente de una cosa, la cual era una reverenda mierda según ella.

Hasta que la tuviera no iba a ser capaz de librarse de aquella tortura.

Porque eso era, una tortura física y mental en la que llevaba desgraciadamente metida desde hace ya tres largos y estresantes días.

Tres días en los que estuvo a punto de faltar a sus clases por considerar estar lo suficientemente enferma para hacerlo.

Porque de verdad se sentía enferma.

¿Qué persona sana mentalmente tenía sexo con Bae Joohyun y no lo disfrutaba en lo absoluto?

Y es que decir en lo absoluto se quedaba corto, no había sentido nada, nunca en su vida había tenido que fingir orgasmos como en aquel día.

Se daba asco a sí misma.

En medio de toda su crisis existencial el zumbido de su celular se abrió paso por todos los pensamientos que estaban por acabar con su buen juicio, tomó su teléfono y al ver el mensaje que acababa de emerger en la pantalla de éste toda su cordura se fue por donde vino.

Mina:
¿No vas a venir hoy?

Peinó su cabello hacia atrás con su mano en el intento de aliviar su estrés mientras se decidía por qué hacer, la verdad no tenía ganas de estar con ella, al menos en esos precisos momentos.

Mina:
Necesito que me respondas, Nayeon.

Soltó un largo suspiro mientras se dejaba caer de espaldas en su cama, dándose unos cuantos golpecitos con sus dedos en la frente para aclarar sus ideas.

Era ridículo que ella estuviera pasando por algo tan infantil y estúpido como eso.

Tú:
Ya voy en camino.

[···]

—¿Cuánto queda para presentar esta prueba del demonio? —Refunfuñó Nayeon, intentando arreglar mentalmente todo el mal humor que cargaba al dar vueltas sobre la cama, esquivando así por su bien cada regaño que Mina le había tirado hasta el momento.

—Vas a presentar cuando se termine el año, queda un mes y tanto.

—¿Eso significa que si paso esa prueba veré el último año contigo?

—Sí, es justamente eso.

—¡¿Por qué?! —Lloriqueó al cielo, levantando sus puños al aire para después golpear el colchón bajo ella con sus codos.

—No seré tu tutora, no tendrás que hablarme en lo absoluto —Bufó irritada, tomando los libros del escritorio y guardándolos en su lugar al igual que los cuadernos y útiles.

Under The Blooming Roses (MINAYEON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora