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Bikini

—¡Trajimos gasolina para sus amados sistemas digestivos, chicos! —Los gritos de Chaeyoung acabaron con toda la paz que había en el lugar, llamando la atención de todos los presentes que, al ver las bolsas que cargaba en sus manos junto a Hyunjin, corrieron hacia ella para revisar su contenido—. Compramos todo lo que pidieron, no se desesperen, Hyun ya va a encender la parrilla.

—¡Oh sí, bebé! ¡Al fin una excusa para usar traje de baño! —Festejó Sana, saltando en su lugar mientras sacaba de una de las bolsas que cargaba Chaeyoung un paquete de papitas, el cual no tardó en ser abierto y devorado entre todos alrededor.

—Otra vez no empaqué traje de baño —Suspiró Mina pensando que nadie le prestaba atención, pero claramente estaba equivocada—, supongo que tendré que bañarme en ropa normal...

—Oh no, cariño —Le cortó enseguida Sana, alzando su dedo índice frente a los ojos de ella para balancearlo de lado a lado mientras hacía pequeños sonidos negativos con su lengua—, tú usarás uno de mis bikinis, ese traserito no será tapado de ninguna manera.

—Pagaría una fortuna por ver eso —Soltó Nayeon enseguida, analizando el cuerpo de la japonesa de arriba abajo portando una sonrisa descarada en el rostro que hizo a la menor sonrojarse.

—Contrólate y ayúdame a montar la parrilla, maldita depravada sexual —Rió Hyunjin al tiempo que tomaba a la coreana de la muñeca y la jalaba hacia el patio de la misma forma en que Sana hizo con Mina en dirección a su habitación.

Sobre los atentos ojos de la japonesa Sana rebuscó entre todo el contenido de su maleta y finalmente sacó de ella cuatro bikinis, de los cuales uno quedó descartado para la menor al ser el que ella ya había elegido usar.

Pero Mina no podía sentirse más incómoda.
Cada uno de los bikinis que la mayor le ofrecía eran ridículamente pequeños, ni siquiera parecían estar diseñados para tapar sino para exhibir, y definitivamente ella no podría usar dos trozos de tela tan diminutos.

—¿Ocurre algo? —Inquirió la mayor al tiempo en que guardaba sus cosas devuelta a la maleta, mirando con diversión el trauma en el semblante de la otra mientras ésta examinaba cada uno de sus trajes de baño—. ¿Muy provocativos para ti, pingüinito?

—Creo que puedo preguntarle a Chaeyoung si...

—¿No te gustaría ver la reacción de Nayeon usando uno de esos bikinis?

—Yo...

—En el armario hay una bata.

Ver el rostro de Mina teñirse completamente de rojo le indicó a la japonesa que definitivamente había golpeado su punto débil, así que sin más salió de la habitación, dejando a una muy avergonzada adolescente terriblemente perdida en su dilema mental.

Sabía que de todas maneras iba a tener que hacerlo, por lo que intentando salir del paso lo más rápido posible se quitó la ropa y se vistió con el bikini que más decente le parecía, pero incluso con ello se seguía sintiendo una descarada.

Mirarse al espejo tal vez fue un grave error, pues su intención inicial era ver si podía arreglar el traje de baño de alguna manera, pero terminó examinando su cuerpo entero, encontrando en él errores inexistentes que inevitablemente lograron deprimirla.

—Malditas piscinas...

—No digas palabrotas, Mina.

La voz de Nayeon pasó de largo por el pasillo, y de allí Mina pudo escucharla subir escaleras arriba, probablemente para cambiarse.

Así que aprovechando la oportunidad la japonesa tomó la bata que Sana había mencionado y después de cubrirse completamente con ella salió de la habitación, yendo directamente al patio donde ya todos los chicos estaban en traje de baño.

Under The Blooming Roses (MINAYEON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora