Noche II

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Bakugo lo observó bajar del escenario con su gracia típica de él, movimientos breves y coquetos, le gustaba sin duda su seguridad, lo miró caminar e ignorar a los demás clientes que clamaban por su atención, algo que le pareció extraño pues recordaba que la última vez le había visto coquetear con los clientes antes de elegirlo a él pero no le tomó mucha importancia y se tenso al notar que se dirigía directo a su mesa. Rápidamente enderezó su espalda y apoyo las manos sobre sus muslos un tanto ansioso, se notaba por el ligero movimiento de su pie qué se movía de arriba a abajo de forma rápida.

Observó fijo los ojos verdes qué estaban clavados en los suyos también y cuando llegó hasta su mesa abrió la boca para saludarlo, pero calló de inmediato al recibir a Deku sobre piernas inmediatamente pero lo que más le sorprendió fue qué le envolvió en un abrazo tan necesitado qué casi pudo identificarlo como un llamado de auxilio.

Le sintió acariciar su cabello, pudo detectar qué sus manos temblaban, la mano qué había sido puesta en la cintura del otro viajo al otro extremo abrazándolo en consecuencia. Pudo sentir el pulso acelerado en el pecho de Izuku cuando este le apego la cabeza contra el.

Todo era extraño, no sabía si era su imaginación, pero parecía que era más un abrazo de angustia qué una invitación.

"¿Qué es lo que te pasa Deku?" pensó extrañado asintiendo a su pregunta, claro que iría con él, para eso estaba ahí.

La presencia de la dueña le hizo desviar la mirada hacia ella, frunciendo el entrecejo a su comentario sarcástico.

—Pagaré con tarjeta — Accedió moviéndose un poco para sacarla de su billetera y deslizarla en la terminal. Al aprobarse el pago sintió a Deku quitarse de encima y se dejó tomar de la mano, esta vez no la rechazó. Se dejó guiar sintiendo las miradas de envidia del resto qué deseaba a Deku y no evitó sonreír victorioso por eso, mirándolos por lo bajo.

Como era de esperarse el chico le guio hasta la misma habitación qué la vez pasada, lo que le hizo saber que esa era la habitación exclusiva de él y que nadie más la usaba, al entrar todo estaba tal como recordaba, la iluminación suave, el sofá blanco en frente del escenario, el minibar, las botellas de vino y... ¿Qué era eso?.

Había una mancha extraña en la alfombra qué no recordaba, se extendía a forma de salpicaduras hacia la parte baja del sofa. Algo se había derramado ahí, seguramente vino y eso le hizo pensar en si algo malo pudiese haber ocurrido, quizá algún cliente pasado de copas o algún descuido de Izuku. Esperaban qué no fuese algo malo.

La voz ajena le hizo parpadear un par de veces antes de girarse para verlo, escuchar qué no había respondido por estar ocupado se sintió como un gran alivio. Aceptó su disculpa en silencio con un suave asentimiento de cabeza. Se quedo quieto mientras escuchaba con atención su última confesión. ¿Estaba feliz de verlo?.

A Katsuki se le facilitaba un poco más ser expresivo en los mensajes, pero en persona le era difícil, no iba a decirle que él también se sentía feliz de verlo, aliviado de saber que estaba bien y mucho menos confesar qué estar cerca suyo le hacía sentir extraño, deseoso de él, pues aunque su cuerpo era lo que vendía, Katsuki se estaba interesando más en Izuku qué en "Deku".

Llenó sus pulmones de aire para luego soltarlo despacio y acercarse a él. Con su dedo pulgar e índice levanto el mentón ajeno para que le mirara a los ojos.

—No estoy enojado — Confesó para después soltar su rostro, tomarle de la mano e ir al sofa donde se sentó cómodamente llevándose a Deku a sus piernas de nuevo, parecía haber agarrado un gusto por tenerlo en esa posición.

Lo analizó con la mirada, pese al maquillaje se le podía ver cansado, sus ojos estaban hinchados y con ojeras, aunque el delineador verde y los brillos intentasen ocultarlo. Todo indicaba a que había estado en vela toda la noche anterior pese a sus advertencias sobre no sobreesforzarce.

Green Rabbit [BkDk rol +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora