Nuevo jefe

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Katsuki estaba igual o más sorprendido qué Izuku al haber dejado salir ese lado más "sensible" qué ni el mismo conocía del todo de sí mismo.

Suspiró cerrando los ojos antes de sentir encima el peso de Izuku logrando apenas reaccionar a tiempo para atraparlo.

—Oye...— tartamudeo parpadeando un par de veces mientras escuchaba atento la disculpa que Izuku le estaba otorgando con sinceridad.

Sonrió al oírle decir que todo era culpa de él al haberle provocado y no haber respetado su convicción. Para Katsuki era distinto, él no percibía nada malo con que Izuku fuese coqueto, seductor e incluso con que deseara ser tomado, al final de cuentas era un deseo normal en aquellos que estaban enamorados. El rubio sentía que el problema era su falta de firmeza pues también deseaba con toda su maldita alma poder tomar a ese chico y hacerlo suyo. Pero las leyes dictaban otra cosa y con la tentativa incertidumbre de que alguien llegará a ser capaz de acusarlo de estupro si averiguaba la edad de Izuku.

Al separarse ladeo sus labios hacia un lado orgulloso de oír por la propia voz del menor que lo llamaba su novio y que sería más responsable a esperar y tener paciencia.

—No te lo pido tanto por mí, si no por lo que pudiera pasar si otras personas se enteran, solo por eso. —

Respondió suave acercándose para dar un beso gentil sobre la frente del peliverde el cual saltó de su lugar alegando qué ya estaba mejor de su pie lastimado. Se alegró de que el medicamento funcionará, pero arrugó el entrecejo al oír su nombre. Ya se había acostumbrado a ese mote meloso qué escuchar la palabra "Katsuki" le sonaba extraño.

—Está bien si me llamas "Kacchan", no me molesta, de hecho, me agrada—

Confesó rascando su nuca y desviando la mirada para que el chico se cambiará pues parecía haberse avergonzado de pronto al caer en cuenta que seguía semidesnudo y cuando le vio acercarse de nuevo a la tabla para seguir con su labor de cocinero suspiro con más tranquilidad.

Se alegraba de saber que Izuku le había entendido y no se había tomado a mal el hecho de esperar. Se puso de pie y se acercó a sus espaldas para darle un cálido abrazo por detrás ya sin ninguna intención fuera de expresar el cariño que ese niño le provocaba.

— Gracias —

Murmuro a secas con un rostro relajado. Había sido como quitarse un peso de encima. Volvió a ocultar el rostro en la curvatura del cuello ajena olisqueando la zona de forma desapercibida.

—Me gusta con mucho picante... Pero hazlos de la manera que quieras, los comeré aun así —

Aseguro restregando su cabeza con calma en aquel cuerpo para después alejarse y darle su espacio a que pudiese moverse con libertad y seguir cocinando.

Tomó asiento a la mesa recargando sus brazos y encima su cabeza. Estaba ansioso por probar lo que Izuku le diera e incluso si no estaba bien cocinado o tuviese mal sabor, lo comería.

No había tenido la dicha de que alguien cocinara para él y se sentía como un cálido abrazo al alma qué lo reconfortaba.

Para cuando se dio cuenta había parpadeado unos segundos dormitando, fue el sonido de la voz ajena qué lo hizo despertar y rápido se incorporó liberando el espacio en la mesa para que Izuku pusiera los platos.

" ¿Me quede dormido?"

Sacudió su cabeza y bostezo, mirando mi qué se le ponía en frente. Era un plato con un omelete qué lucia muy bien, el enrollado era el correcto, el color y textura vacían ver que estaba cocido debidamente. Podía notar los trocitos de vegetales qué también lucían acorde a una buena cocción.

Green Rabbit [BkDk rol +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora