1. Proyecto Crestdale

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El cielo se encontraba sumido en completa oscuridad, siendo la niebla, la falta de la luna y las estrellas la razón por la que eso fue posible, algo que no podía ser posible en condiciones normales, era como si alguien estuviera jugando con las condiciones del cielo. 

El bosque era tan denso y lleno de árboles qué era imposible ver con claridad, era una imagen tan repetitiva que no sabía si estaba corriendo a la dirección correcta. 

Solo quería salir de ahí.

Sus piernas ya no podían moverse, la sangre estaba manchando la tierra, las flores se estaban marchitando.

—Corre, niña, corre.

Un ser alto se acercó entre las sombras, a lo lejos parecía mezclarse con los cientos de árboles qué había, con la excepción de sus hombros, qué al estar tan tensos parecían más anchos.

Continuo corriendo hasta que tropezó, cayendo al suelo, su rostro se lleno de sangre y cuando al fin volteo.

Se encontró con aquella figura.

La sombra se cernía sobre ella, tan grande que la cubrió por completo.

—No me mates por favor —rogó ella  juntando sus manos en una especie de rezo. Tratando de controlar su llanto, no podía llorar o la vista se haría aun mas difícil.

La sombra no dijo nada.

Ella miró la sonrisa que formaba, una tan grande y espeluznante, deseo jamás haber confiado en él, para ese momento sus lagrimas fluyeron, a pesar de saber que era inútil trato de arrastrarse, pero la sombra seguía sobre ella. 

No había ningún escape, no hay forma de salir.

—Veremos que tan bien nos sirve tu carne.

La chica grito tan fuerte que su garganta se rompió, lo último que vio fue esos ojos despiadados qué quemaron su alma.

La sangre mancho el suelo y salpicó con fuerza, el hacha se clavo una y otra vez, hasta que le arrancaron los brazos, luego las piernas.

Para al final tomar su cabeza.

La sangre continuo escurriendo durante unas horas, todo a su alrededor creció a diferencia de horas atrás donde su sangre parecía veneno.

Hasta que el sol volvió a salir, el bosque se volvió hermoso con los pájaros cantando encima de los arboles y las flores despertando de su sueño.

—¡No te vayas! —un estrepitoso sonido lo hizo levantarse.

—¿Otra pesadilla? —la voz suave de su hermana lo hizo confundirse— ¿Jongho?

—Estoy bien, estoy bien —forzó una sonrisa mientras se sentaba.

Su cabeza le daba vueltas y no lograba recordar el sueño, solo tenía una vaga sensación de dolor y preocupación.

Algo le decía que su hermana lo necesitaba, esa sensación en el pecho no se iba, pero no sabría  donde buscar. 

—Vamos, ya está listo el desayuno —su vista al fin se aclaró dejando ver a su madre.

Jongho dejó escapar un suspiro, estaba agotado, pareciera que no durmió nada anoche.

Su mamá bajo las escaleras, pudo escucharla llegar hasta la cocina donde la llave fue abierta para lavar los platos del día anterior.

Jongho miró el techo durante unos minutos, no tenía ganas de levantarse, pero era momento de hacerlo.

Era lunes y debía ir a recoger unas cosas de su trabajo, bueno, su antiguo trabajo, justo había renunciado unos días atrás.

Death Or FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora