5. El Espantapájaros

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Después de confirmar que estaban siendo vigilados Jongho dejó de insistirle a Hongjoong, pero continuo investigando, ahora con un poco más de paranoia.

Dónde solo podía relajarse en el estudio de la cabaña, ahora que se encontraba renovado era un hermoso lugar detenido en su mejor época y protegido por la diversa flora que la rodeaba sin terminar de ser invasiva. 

—¿Has logrado descubrir algo? —preguntó Hongjoong sentándose al lado de su nuevo amigo.

Lo único bueno es que ahora se habían vuelto más cercanos. 

Ahora sabía que Hongjoong era de confianza y este también confiaba en él, ahora en los descansos, iban juntos a comer o solo se quedaban juntos dentro de la biblioteca para hacer las cosas más fáciles hasta la hora de cerrar. 

—Todo aquí me lleva al mismo maldito lugar —bufo un poco abrumado por no saber que más hacer.

—Lamento no poder ayudarte —soltó Hongjoong mirando los libros, la última vez se había arriesgado mucho.

—No te preocupes por eso —cerró el libro que había estado leyendo— ¿Ya nos vamos? —preguntó y el mayor asintió.

Se levantó y espero a que Hongjoong acomodará los libros en su espacio de trabajo. Ya mañana los acomodaría en su lugar, ya con esto ambos caminaron hacia la salida donde se vio aparecer una sombra, Jongho al principio pensó que estaba alucinando, pero cuando se acercaron pudo distinguir al padre de Hongjoong.

—¿Qué hace aquí? —Hongjoong miró a su padre con una ceja alzada.

Para ser honesto estaba cansado, hace unos minutos se había enfrentado con un señor bastante molesto, pues no quería irse de la biblioteca a pesar de saber que ya era hora de cerrar, por suerte tuvo la paciencia para razonar con el anciano. 

—Hoy es día de cosecha —le dice su padre.

Hongjoong cambia su expresión a una de completa sorpresa y de cierta manera de terror, ahora piensa que es mejor lidiar con anciano al cual se le están olvidando las cosas, que enfrentarse de nuevo a los altos mandos del pueblo.

—Lo... Lo siento te hice esperarme para nada —mira a Jongho y este le sonríe.

—No te preocupes, se llegar a la cabaña —se acerca a él y le da un apretón a su hombre antes de alejarse.

—Será mejor que hoy por lo que resta del día permanezca en la cabaña y no salga, el fuego puede ser peligroso —le comento el señor y Jongho asiente en comprensión.

—Aunque me gustaría documentar como es que cosechan...

—Cuando lleves más tiempo podrás hacerlo pues está actividad es sagrada y solo la pueden hacer los integrantes de Crestdale —comentó— aunque no es recomendable —murmuro haciendo que Jongho no pudiera entender eso. 

—Oh, esta bien —Jongho abulto un poco sus labios antes de recomponerse y caminar.

No debía hacerle las cosas más difíciles a Hongjoong así que contuvo su curiosidad y camino directo hacia la cabaña.

Aunque debía admitir que le daba un poco de temor que Hongjoong estuviera en problemas, dejó escapar un suspiro, esto era más complicado, ni siquiera estaba cerca de entender lo que se hacía en aquel pueblo.

El asesinato no iba a nada, los misterios parecían acumularse en la mesa y no podía ni siquiera ayudar a su único amigo.

Era un caos.

—¿Tienes problemas? —escuchó una voz y todo su cuerpo se estremeció al sentirla tan cerca y detrás.

Cómo si le estuviera respirando en la nuca.

Death Or FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora