31. Al Final Todo Se Revela

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—¡¿Me vendiste?! —tiro de su mano para que Hongjoong la soltara.

—No, yo... No sabía que serías tú... —repetía Hongjoong entre sollozos, tratando de justificar su participación en los eventos que llevaron al sufrimiento de Jongho. Las lágrimas caían como testigos silenciosos de su pesar.

Jongho permaneció inmóvil, temblando en la oscuridad que se cernía sobre ellos.

—Él me rogó qué cambiará su destino y no podía negarme, mi amado brote necesitaba a su Deidad —comentó Seonghwa antes de tomar a Hongjoong entre sus brazos.

—¡Por tú culpa esos monstruos destrozaron mi cuerpo! —grito sintiéndose desesperanzado, como si todo se hubiera derrumbado— me tocaron de maneras que no conocía, casi muero, de no ser por... —sus lágrimas cayeron como dos ríos. Más que el dolor físico le dolía saber que a quien había considerado como su mejor amigo, le hubiera traicionado de esa manera.

—No era mi intención, te lo juro, yo... Yo no quería que sucediera —su voz salió amortiguado por sus sollozos.

—He de admitir que no estaba prevista tu llegada, así que nunca pensamos que tu serias el portador adecuado, todo fue una casualidad —aportó Seonghwa con una sonrisa. 

Tal vez en un principio no estaba escrito, sin embargo Seonghwa haría lo que fuera para mantente a Hongjoong a su lado, tampoco le gustaba la idea de que su amado brote fuera solo el portador de Yunho, eso le causaba un extraño sentimiento. Así que movió sus hilos, para que esa noche todo se resolviera. 

Aquella donde hizo que Jonghee muriera a manos de Yunho, fue lo que marcó el terrible destino de Jongho. 

Cuando la vio por primera vez supo que algo andaba mal, ella le implanto la terrible idea a su brote de querer salir y conocer el mundo. Por su culpa Hongjoong había empezado a desobedecer y a dudar de las creencias del pueblo. 

Así que hizo lo que una buena Deidad haría. 

Exterminar la duda. 

Pero esto su amado brote no lo sabía y lo dejaría así ya que le beneficiaba el hecho de que este se sintiera culpable por lo sucedido. Era mucho más susceptible, fue ahí que volvió a refugiarse en los Eternos Alados. 

Por su parte Hongjoong se sintió agradecido por sus palabras, al menos había alguien que no lo culpaba por lo sucedido. 

—No es posible, Jongho es un hombre —musito Yeosang mirando hacia el vientre de su amigo.

No veía nada extraño...

—Yunho es la Deidad creadora, esa es suficiente explicación —San sintió un nudo en su garganta, si esto era cierto significaba que Mingi había perdido.

Pero si fue así... ¿Por qué Jongho culpaba también a Mingi?

San temió lo peor.

Y Seonghwa parecía saber más de lo que debería.

—Mingi y Yunho se aliaron de nuevo, lo que significa que no podrán hacer nada —susurro Seonghwa llevando el miedo que todos sentían en ese momento.

—¿Por qué? —San miró a la Deidad protectora, no quería creer que Mingi pudiera tener si quiera una mínima conexión con Yunho, no podía aceptarlo, ya que eso significaría que volvería a estar solo. 

Desplazado en un mundo donde su única función era mandar mensajes, como una triste paloma mensajera. Y él era más que todo eso... Era una Deidad igual que todos, pero parecía ser que él único que lo había visto como tal, volvería a convertirse en la fría Deidad de la oscuridad. 

Death Or FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora