Death Or Faith

32. Cena

—Ponte esto, es hora —Ravn le estiró una bolsa donde yacía la ropa que debía usar para la cena.

Jongho ni siquiera lo miro, mientras terminaba guardar su proyecto.

Para su suerte, Yunho le había traído pilas y con ellas puso cargar su celular, no era mucho, pero algo podría hacer...

Cargo su proyecto y programó su publicación para dentro de una semana, solo esperaba que funcionara.

Rezaría, pero había aprendido que rezar no funciona.

—Vamos, no quieres hacer esperar a todos —le insistió Ravn.

—Solo un momento —pidió mientras veía la pantalla de carga en su celular, sabía que había sido una locura mandar todo por su pobre celular.

Pero era la única manera, después de todo, su laptop por más que intentará, no podía conseguir Internet, así que debía confiar en los datos...

—¿Qué estas haciendo? —preguntó el cuervo con curiosidad.

—Solo estoy entregando mi dinero a mi mamá... Creo que ya no lo necesitaré aqui —bufo sin decir una mentira por completo.

Sentía que estaba escribiendo su testamento.

O un testimonio de su propia muerte.

Sabía que sería doloroso, pero también quería decirle a su madre sobre la muerte de Jonghee...

Quería que al menos ella tuviera la certeza de que jamás volvería a verlos.

Sin darse cuenta sus lágrimas cayeron.

Le aterraba saber que ni siquiera estaba asustado por su posible muerte.

Aunque jamás lo estuvo.

Siempre tuvo presente que la muerte era más posible, que el hecho de ser ascendido en el trabajo.

Pero siempre imagino que sería una muerte rápido y estúpida... Cuando le tocó cubrir una situación desfavorable en la zona sur de su ciudad, y que en ese momento justo terminó en fuego cruzado y él tuvo la mala suerte de recibir una bala...

Pensó que sería una muerte de ese estilo, algún accidente del cual ni siquiera se daría cuenta.

Pero su muerte estaba alargándose demasiado.

El dolor era peor al de una bala o a una apuñalada. Ni siquiera podía describir con palabras lo que estaba sintiendo.

Y ahora que cargaba con un monstruo...

Toco su abdomen, sintiendo el miedo paralizante.

—Deberías sentirte honrado... Dos grandes Deidades hicieron todo un revuelo por ti —esa voz...

—¿Yeonjun?

—Pensé que me habrías olvidado después de que San les bloqueara esa noche —musito mientras se sentaba en la cama.

—Lo recuerdo todo... Esa noche... Cuando rescatamos a Yeosang, prometiste responder una pregunta...

—Uh ¿Prometí algo así? —se movió pensativo, burlándose del humano.

—No lo tortures —Ravn miro al arlequín.

—Eres muuuuy aburrido, pero esta bien, no quisiera que Mingi o Yunho se enojaran conmigo —jugueteo moviendo sus pies de un lado a justo a un compás que nadie podía conocer.

—¿Vas a responder mi pregunta o no? —preguntó Jongho viendo que su archivo seguía subiéndose.

Estando a un 75%.