Atracción imposible [Rivers X El Mariana] ✓

👾 D I E Z 👾

Samy y Osvaldo estaban entrando a una de las etapas más complicadas de su vida, la secundaria.

Por suerte, como siempre las había tocado juntos en el mismo grupo, Osvaldo inmediatamente se había llevado muy bien con todos, tanto hombres, como mujeres, se hizo amigo de todos sus compañeros y los de otras secciones en tan solo un mes.

En cambio, Samy tuvo más dificultades, la secundaria era nada que ver con la primaria, las niñas se le quedaban viendo raro cuando se ponía a jugar fútbol con los demás hombres.

Mientras las mujeres asistían siempre con su falda del uniforme demasiado corta, ella optaba por ponerse el short de deportes.

Las niñas la miraban raro, por ser menos femenina que todas, se llevaba más con los hombres, le gustaban los videojuegos y siempre prefería llevar ropa más holgada o cómoda que las demás.

Samantha no quería volver a ser el bicho raro, como lo era en la primaria.

Así que robó el maquillaje de su hermana mayor y se empezó a maquillar un poquito, le decía a su mamá que la enseñara a hacerse trenzas en el cabello.

Empezó a llevar la falda más corta de lo normal, dejo de jugar fútbol, dejo de hablar con groserías, dejo de jugar videojuegos, escondió todo lo que la hacía feliz, con tal de poder encajar.

En tan solo dos meses Samantha se había transformado en alguien que no la hacía feliz, alguien que no le gustaba cuando se veía en el reflejo.

Pero así empezó a tener amigas, las niñas empezaron a hablarle.

Y aunque no fuera feliz, finalmente era aceptada.

RIVERS' S POV.

Pasó aproximadamente tres semanas desde la fiesta de Ama, y tanto como las palabras de Ari, como el acercamiento que tuve con Osvaldo no salían de mi cabeza, traté de sacarlas una y otra vez más no podía.

Cerraba los ojos y lo que veía era él, Osvaldo, cerca de mí, su cuerpo pegado al mío, su cabeza agachada para poder sentir su respiración en mi cara, si voz ronca, y sus labios a escasos centímetros de los míos.

Había llegado a la conclusión que también me había enamorado de él inconscientemente, no sabía en qué momento había sucedido todo esto, tal vez estaba dormido, tal vez apenas nació la atracción hacia él.

Hacía días que quería ir a hablar con él y decirle como me sentía, pero no tenía el valor, no sabía como serían las cosas después de eso y tenía miedo.

Estaba sentada, pensando en mi silla de stream, estaba a punto de prender un rato, ya que era de noche.

En eso escucho como tocan la puerta del apartamento.

No esperaba a nadie, confundida fui a abrir y mi confusión cambió a sorpresa.

—¿Roier?— pregunté.

Roier era un gran amigo de nosotros, estuvo enfermo por mucho tiempo, por el cual lo vimos muy pocas veces, ya sé que la pasaba en casa de sus padres, o en el hospital, hace un mes tuvo su operación y ahora ya estaba bien.

—Hola, Rivers— Saludó desde la puerta.

Lo rodeé con un abrazo, el cual él correspondió, le invite a pasar.

—Pasa, adelante— me hice a un lado para que pasara.

—Vengo en chinga, tengo que hablar contigo.— Su tono era serio.

Los nervios empezaron a aumentar un chingo.

—¿Está todo bien?— pregunté, asustada.

—Osvaldo se va a ir a España y no sabemos cuando vuelva.