👾 V E I N T I C I N C O 👾

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Las vacaciones de verano habían comenzado, Osvaldo y Samy se habían graduado de la secundaria, y muy pronto empezarían su vida en la preparatoria.

Samy había quedado de verse con Osvaldo en un parque cerca de sus casas para jugar fútbol o hacer lo que sea.

Ya se había tardado más de la cuenta, estaba sentada en una banca, jugueteando con un balón que se había traído de su casa.

Estaba muy cómodamente sentada, cuando ve cómo alguien se sentó al lado de ella.

Era una silueta desconocida, era un chico que se veía bastante más mayor que ella.

—Hola, bonita, ¿Cómo te llamas?

—Samantha.— Respondió sería, pero un poco confundida.

—¿Y por qué tan solita, Samantha?

—Estoy esperando a alguien.

—Ya veo, ¿a tu novio?

Se pensó mucho su respuesta, si le decía que no tenía novio, seguiría molestándola.

—Si, ya no debe de tardar.

El tipo no dijo nada, se quedó ahí sentado, Samy empezaba a sudar, los nervios la atormentaron, no había mucha gente cerca de ahí y el hombre no se iba.

—¿Y si mejor nos vamos?

Sus ojos se abrieron completamente, su miedo se hizo enorme.

—Anda, preciosa, vámonos.— se levantó a y la empezó a jalar del brazo.

—No, no.— Estaba por empezar a llorar.

Se daba por perdida cuando vi cómo llego Osvaldo y al ver la situación la tomó del otro brazo y la puso atrás de él, para ponerse cara a cara con el hombre.

—¿Todo bien, Samy?— pregunto sin despegar la vista del hombre.

A Osvaldo le favorecía mucho su altura, con tan solo 15 años ya casi llegaba a los 190.

—El señor estaba, confundido, pero ya se iba.

El hombre no dijo nada, solo se les quedó viendo con la mandíbula tensa, se dio media vuelta y se fue.

—¿Estás bien?, ¿Te hizo algo?— preguntó tomándola de los hombros.

—Me quería llevar con él.— dijo que un susurro.

—Mejor vámonos a mi casa a jugar videojuegos.

Samy asintió y se la llevo.

Desde ese día, la sobre protección de Osvaldo hacia Samy aumento mucho, aunque a esta a veces se molestara por eso, él no permitiría que algo le llegase a pasar.

RIVERS' S POV.

Había aprendido a estar un poco aquí, Por accidente Erick me había dicho que me traían de comer una vez al día, entonces contaba cada vez que venía a darme de comer era un día nuevo.

Había contado 5 días más los dos días que no me había dicho, tenía una semana aquí encerrada.

La falta de comida estaba teniendo consecuencias, me sentía mucho más flaca de lo que era.

Cada que iba al baño, iba acompañada de Erick y aprovechaba para asearme, pero mi ropa era todo un asco.

El único lado bueno era que me había ganado absolutamente la confianza de Erick, él creía que éramos amigos.

Extrañaba mucho a Osvaldo, solo quería ir con él, soñaba con el día que entrara por esa puerta, me abrazara y dijera que todo iba a estar bien, pero sabía que ese día no llegaría y si quería salir de aquí para estar con él, tendría que hacerlo yo sola.

Atracción imposible  [Rivers X El Mariana] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora