👾D I E C I S I E T E 👾

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A Samy y Osvaldo los habían invitado a su primera fiesta, los había ido a dejar la mamá de Samy a casa de una amiga de Osvaldo, donde sería la fiesta.

—Vendré por ustedes a las 12, pórtense bien— Dijo la mamá de Samy, señalando con un dedo.

—Si, mamá, aquí te estaremos esperando, Adiós— se despidió.

—Adiós, señora, nos vemos— Se despidió Valdo con la mano.

—Adiós, Osvaldo, la cuidas, no vayan a tomar cosas indebidas.—Osvaldo asintió con la cabeza y Samy volteó los ojos, tras dicho al vehículo se fue.

Una amiga había invitado a Osvaldo a una fiesta en su casa y este como buen amigo invitó a Samy, está al principio dudo mucho en ir, pero al final termino yendo.

La música se escuchaba desde adentro de la casa, adolescentes mucho más grandes que ellos se podían ver afuera.

Entraron a la casa y la cantidad de gente que había en ella era considerable, era una casa bastante grande por lo cual la gente no estaba tanta gente, la mayoría se veía más grande, como gente de preparatoria e incluso de universidad.

Inconscientemente, Samy se agarró del brazo de Valdo para no perderse entre tanta gente.

—Osvaldo, hola, que bueno que viniste— se acercó una chica pelirroja a ellos.

—Hola, Adriana, gracias por invitarme.

—Sí.— volteó a ver a Samy de arriba hasta abajo, con una mueca de desagrado, está aún sujeta del brazo de Osvaldo.— Veo que trajiste a tu novia.— dijo con un tono de disgusto.

Samy se sintió muy incómoda, con las miradas con tanto asco que le lanzaba.

—No, ella es mi mejor amiga, se llama Samantha, espero y no haya molestia con haberla traído— informó Osvaldo.

—No, claro que no, espero te diviertas, Samantha— le dio una sonrisa hipócrita— Ven, Osvaldo, vamos a platicar.— se acercó para tomarlo de su brazo y llevárselo con ella.

—No, es que, no puedo dejar a Samy sola.

—No va a estar sola, hay mucha gente y se puede poner a platicar con ellos, vamos, tengo algo que enseñarte— insistió la pelirroja.

—No, no puedo dejarla.

—Ay, tampoco es como que le fueran a hacer algo, solo iremos un ratito. Déjala que ella decida, no ha dicho nada.

Samy no quería nada, apenas y los escuchaba por la música tan fuerte que hacía retumbar las paredes.

—Ve, yo aquí te espero— contesto, con hastío.

—Ya ves, vámonos— y sin derecho a réplica, Adriana se llevó a Osvaldo a quien sabe dónde.

La razón por la cual había mucha gente mucho más grande que ellos, era porque en realidad la fiesta era de la hermana mayor de Adriana, la cual estaba en la universidad, Adriana solo había invitado a Osvaldo a la fiesta y por eso la razón por la que Samy no conocía absolutamente a nadie.

Seguía parada ahí donde mismo, nerviosa, jugueteando con sus manos, se sentía ansiosa, y no era que no le gustaba estar en lugares con mucha gente o ataques de ansiedad, sino por la sensación de estar sola en un lugar donde a demás de que hubiera mucha gente desconocida, estaban bebiendo alcohol.

Decidió que no estaría toda la noche ahí de pie, así que fue al recibidor y vio un huequito en el sofá, en el cual cabía perfectamente.

Tímida, se sentó ahí y se abrazó así misma.

Atracción imposible  [Rivers X El Mariana] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora