👾 E X T R A 2 👾

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Narrador omnisciente

Olivia no entendía lo que pasaba, pero estaba molesta, sus papás solo la tomaron de la mano, la subieron al auto y la sentaron en su sillita convertible.

Estaba molesta, estaba muy a gusto sentada en la sala viendo un maratón de Cocomelon, mientras comía unos Chetos y un juguito de manzana, cuando su mamá la tomó de la mano rápidamente le cambió la pijama, le hizo dos coletitas en su cabello castaño y salieron hacia el carro junto con su papá.

Para una niña de tan solo 3 años, que la interrumpieran viendo su programa favorito en la televisión era un crimen y ella se encargaría de que rodaran cabezas como en Alicia en el país de las maravillas.

Iba con su ceñito fruncido, sus bracitos cruzados, sus cejas juntas y sobresaltaba su labio inferior.

—¿Qué tienes, Liv?— pregunto Samantha, volteando sobre su asiento para verla.

—Nada.— contestó cortante, volteando su cabecita hacia la ventana.

Osvaldo reprimió una risa mientras iba con la mirada al frente, Samy le dio un golpe en la pierna.

Le daba mucha risa que Olivia había salido con el mismo carácter y temperamento que su madre, con tan solo 3 años ya hacía corajes como un adulto.

—Dime qué pasa, Liv.— siguió insistiendo su madre.

La menor no iba a contestar, estaba molesta y quería que se notara, pero si no hablaba su madre no la iba a dejar en paz

—¿A dónde vamos?—Pregunto la pequeña.

Y entendieron el porqué de su enojo.

—¿Recuerdas que tu tía Ari tenía una gran pelota en la panza?— Dijo su mamá.

—Sí, parecía que se había tragado una gran sandía, yo le dije eso y ella me dijo que tenía adentro un bebé.— dijo Liv, haciendo ademanes con sus manitas,

—Sí, bueno, el bebé ya salió de la panza de tu tía Ari e iremos a conocerlo.

Olivia no entendía nada de lo que hablaba su mamá, los únicos bebés que había visto eran sus muñecas y los de la televisión.

Ya no hizo caso a sus papás, ellos se pusieron a hablar de sus cosas, ella abrazaba su ranita de peluche.

—Mami, están sucios.— Dijo Olivia, tendiéndole sus pequeños lentes a Samy para que los limpiara.

La niña había salido con la vista pésima(igual que su papá) cuando recién cumplió los 3 años se percataron que chocaba mucho con las cosas y no podía ver la televisión, se tropezaba con todo, así que sus papás la llevaron al oculista y descubrieron que era casi tan ciega como su padre, tendría que usar lentes por el resto de su vida.

Era muy cuidadosa con ellos, siempre que les salía alguna mancha se los daba a Samy para que se los limpiara.

Con el estuche y un pañuelo de los lentes que cargaba en su bolsa bandolera se los limpiaba para que quedaran limpios.

Cuando estaban listos se los tendió y ella sola se los puso.

A Osvaldo y Samantha siempre les había sorprendido lo independiente que había sido siempre desde pequeña, con tan solo un año y medio ya iba al baño solita, aprendió a comer sola con tan solo meses y no se ensuciaba mucho la cara, al igual que caminar y hablar aprendió a hacerlo desde muy chiquita. Lo cual era una ventaja con los padres tan descuidados que tenía.

A pesar de ambos ser un tanto descuidados y olvidadizos la estaban criando de maravilla, Olivia era una niña muy educada e inteligente, hasta a ellos mismos les asombraba el gran trabajo que estaban haciendo con ella.

Atracción imposible  [Rivers X El Mariana] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora