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Me apresure a salir del gimnasio caminando a toda prisa

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Me apresure a salir del gimnasio caminando a toda prisa. Chris era más amable de lo que aparentaba, claro tiene que verse de esa forma para ser respetado, no puede dejar que los reclutas intenten pasarse de listos con él. Después de todo es el capitán de una de las mayores agencias del país. Combatir el bioterrorismo es un trabajo que requiere tener un carácter imponente y fuerte. Tarde en encontrar el comedor en donde el resto de mis compañeros ya estaba acomodado comiendo. Tome una de las bandejas para tomar algo de comida, la necesitaba. Mi cuerpo pedía a gritos algo para comer. Carne, patatas fritas, algo de ensalada y un jugo eran más que suficientes para llenar mi estómago.

— Hey chica lista. Ven y siéntate con nosotros. – Gire la mirada hacia un chico alto de cabello rizado que me hacía demasiadas señas. Deje salir el aire de mis pulmones antes de ir con él. - ¿Ya tienes tu primera infracción?—— Para nada. Solo me dio un par de palabras y ya.

— Soy Daniel. Ella es Francis y Mathew. Todo venimos del FBI ¿Tu de dónde saliste?

— Ejército, capitana de una escuadra de marines.

— ¿Capitana? – Cuestiono el asiático. - ¿Qué edad tienes?

— 25. Cumpliré 26 dentro de poco.

— Vaya, sí que eres buena. Nosotros apenas si somos agentes con buenas recomendaciones.

— Te tendremos cerca entonces, pareces lista. – Dijo la chica poniendo su puño frente a mí, no dude mucho chocando este. - ¿Quién es tu compañero?

— Drex Taylor. Ese de ahí. – Apunte la mesa junto a nosotras y Drex rodeado de chicas.

— Uh el arrogante. – Comento Daniel.

— Creí que era la única que lo había notado.

Las cosas estaban marchando bastante bien, había sido elogiada por mi capitán y había hecho nuevos amigos que alababan mi desempeño. Las cosas eran buenas. Dejando de lado al tarado que me asignaron como compañero, todo estaba marchando bien. La noche nos cayó encima, ya me encontraba en mi cuarto lista para dormir y tener un grato descanso para el siguiente día y todo lo que me esperaba en los próximos meses, quería más que nada ser parte del equipo de Chris, poder ir con él a las misiones y ser un apoyo importante en su vida. Agradecía que el idiota no estuviera, prefería que no volviera y no pusiera un pie dentro de este cuarto, espero que con mi advertencia haya bastado para que se mantenga alejado. Mis esperanzas se desvanecieron por completo al verlo entrar con una sonrisa nada agradable.

— Buenas noches. – Dijo este antes de dejarse caer en la cama.

— Claro, descansa.

— Si no despierto ¿Puedes golpearme para hacerlo?

— Claro. – Sin más apague la luz para poder dormir. – será un placer golpearte.

Me acomode en la cama abrazando con fuerza mi almohada. No paso mucho para que mis parpados terminaran por cerrarse cayendo en un sueño profundo. A lo lejos escuchaba la alarma, con ayuda de mi mano termine por apagar esta, el sonido era realmente molesto. Entre suspiros me removí para quedar sentada un momento, intentando despertar del todo. Había pasado dos semanas despertando tarde sin preocupaciones, ahora volver a la realidad me hacía sentir rara. Golpee mis mejillas un par de veces antes de ponerme de pie para ir hacia Drex dando un golpecito en su mejilla, viéndolo así es lindo. Se ve bastante bien.

— Hey compañero. Ya es hora. Iré a ducharme, si salgo y no estas despierto. Te voy a golpear.

Amenacé a este antes de irme hacia el baño llevando todas mis cosas conmigo. El agua salía fría, era de esperarse, esto no es un hotel cinco estrellas y las cosas no serán color de rosas. No me molestaba en absoluto, estaba acostumbrada. Cuatro años en el ejercito habían logrado quitarme la delicadez en muchos sentidos. Al salir del cuarto, ya lista con mi uniforme listo, mi pelo recogido y mi placa colgando en mi cuello. Estaba lista para todo. Drex estaba despierto y listo para entrar a la ducha, semi desnudo dejando ver su abdomen marcado.

— Tapate quieres. – Rodé los ojos. Drex soltó unarisa y sin más corrió hacia el baño. Esta vez yo comencé a reír al escuchar elgrito de este ante el agua fría. Hombres, son unos completos llorones. 

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