XXI

114 9 0
                                    

Me quede junto a Chris hasta que se quedó dormido gracias a los sedantes que Rebecca le había aplicado para aliviar el dolor, lo estaba obligando a dormir, porque prácticamente se quería levantar y salir corriendo para comenzar a trabajar e idear ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me quede junto a Chris hasta que se quedó dormido gracias a los sedantes que Rebecca le había aplicado para aliviar el dolor, lo estaba obligando a dormir, porque prácticamente se quería levantar y salir corriendo para comenzar a trabajar e idear un plan para capturar al científico loco. Me dirigí junto a los chicos hacía la sala de investigación B, las pantallas de todas las computadoras estaban ya encendidas y listas para nosotros. Queríamos ponernos a investigar por nuestra cuenta para dar con el paradero de Phantom e intentar detener lo que sea que este planeando. Si ya ataco un poblado pequeño, siento que ahora su objetivo será una ciudad grande. Teníamos muchas posibilidades aquí en Estados Unidos, Europa, Asia. Hay muchos lugares en lo que podía lanzar un ataque.

— Bien estas a cargo por el momento. – Dijo Daniel. – Dinos.

— Enlazaremos todas las cámaras de seguridad de todos lados, teléfonos, cámaras de tránsito, cámaras satelitales. Drones, lo que haga falta para dar con su paradero. Necesitamos reconocimiento facial para localizar a Phantom, donde el este, lanzara el ataque. Si es lo suficientemente listo se mantendrá oculto, pero tarde o temprano cometerá un error. – Hice una pequeña pausa. – Drex necesito que llames a las otras agencias y les informes de la situación, necesitamos colaboración de todos. Daniel tu seguirás trabajando directamente con Rebecca, necesitamos encontrar una cura.

— Ahora entiendo por qué eras capitana en el ejército. –

— Gracias Daniel. Y tú. – Apunte a nuestro amigo coreano que seguía devastado por lo ocurrido, sacarlo conmigo tal vez era una buena idea para ayudarlo a distraer su mente de su dolor. – tengo información relevante sobre una subasta. Iras conmigo, hablas coreano ¿No?

— Pues sí, soy coreano. Lo hablo.

— Bien, nos vamos a Corea mañana. – Alzo las cejas. - y si tienes un traje. Llévalo, lo vas a necesitar. Nos vemos aquí en una hora para organizar todo, esto es confidencial, solo lo sabemos nosotros y el director. Así que discreción.

Tomar una decisión de ese nivel me había costado bastante, pero no podíamos perder más el tiempo. Nuestro objetivo era claro, encontrar al idiota y hacer que pague por matar a los nuestros. Tenia todo organizado, los pasajes de avión, la reserva del hotel e incluso las entradas y nuestras falsas identidades para ingresar a esa subasta privada a la que solo gente poderosa estaba invitada a participar. Deje el plano del hotel y los alrededores sobre la mesa marcando todos los puntos importantes.

— Bien, nos vamos a hospedar aquí. – Apunte el hotel Junga ubicado en Icheon. – desde ese lugar tendremos vista al hotel Yubari. En caso de que seamos descubiertos, en este punto tendremos un auto esperando... nos servirá para escapar lejos de quien nos este disparando.

— Imagino que yo voy a conducir.

— Es tu trabajo, eres bueno al volante. – Comente provocando que sonriera orgulloso de si mismo. – sigamos... aquí. – Puse otro mapa que marcaba el circuito de seguridad de todo el interior del hotel . – tendremos intentar evitar las cámaras, no queremos ser vistos. Solo iremos a ver y escuchar. No llevaremos armas de ninguna clase, solo seremos civiles. En caso de que fallemos y tengamos que luchar, usaremos los puños para intentar conseguir un arma. Pero la idea es solo pasar de ser percibidos.

— Entiendo, no armas. Suena a que nos van a patear el culo.

— Si es posible. Pero es nuestro trabajo.

Estaba nerviosa por ir por mi cuenta a una misión de encubierto, era la primera vez que hacía algo como eso. Muchas cosas podrían salir mal, pero tan solo era para sacar información, no íbamos a interferir. Solo necesitábamos datos sobre los compradores del virus. Junto a Kang estábamos esperando en el aeropuerto, viajaríamos como simples civiles, sin armas, sin tecnología, solo nosotros y una simple cámara y un auricular para comunicarnos en caso de cualquier cosa. Iríamos como pareja, él un empresario exitoso en el área hotelera y yo una inversionista buscando nuevos negocios en los que poner el dinero heredado por mi padre. No le había informado a Chris, ni a mí hermano, tan solo al director. Pues no quería que se preocuparan por mí.

— Tienes todo claro ¿No?

— Si jefa.

— Hablo en serio, si fallamos, nos matan o nos meten a un calabozo sin posibilidades de comunicarnos con nuestros aliados para ser rescatados. Así que, por favor, nada de errores. Estamos solos en estos.

— Vale, lo tengo. Tienes razón. Prometo no fallar.

Miraba por la ventana del hotel en donde nos encontrábamos, en un barrio conocido de Seúl, Icheon a unas pocas calles del hotel en donde se llevaría a cabo la subasta. Desde ahí lograba divisar a todas las personas que entraban. Demasiados ricos metidos en un solo lugar. Llevaba un vestido color negro ajustado al cuerpo, tirantes delgados con escote en la espalda y un largo corte en la pierna que dejaba ver estas. Era atractiva y debía sacar provecho de los atributos que poseía. No solía maquillarme, pero ahora era necesario, labios rojos, intensos, ojos maquillados con tonos marrones y el cabello suelto para ocultar los aretes donde estaba mi audífono. En mi collar una pequeña cámara que registraría todo lo que pasaba en esa subasta. De igual forma Mathew llevaba su traje color azul oscuro y el cabello peinado hacia atrás. Lucia demasiado atractivo. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
VIRUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora