XV

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Mi primera misión llena de complicaciones y disparos

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Mi primera misión llena de complicaciones y disparos. No quiero hablar con León al respecto, porque seguramente me va a dar el sermón más largo de la vida, pero tendré que hacerlo de todas formas. Resulto que además de las costillas rotas y la esguince en mi tobillo, terminé con una luxación en mi hombro que no sentí gracias a la adrenalina y el calor del momento, además de varios dedos rotos en mi mano izquierda. Había sobrevivido solo por suerte. Me enviaron a casa para recuperarme completamente y sin incomodas preguntas por parte de los demás agentes, no quería hablar de lo que había viso abajo, solo lo hablaría con León, después de todo es el único que entiende lo que es vivir una situación de esa categoría. El miedo constante de morir.

— ¿Quieres entrar? – Cuestione a Chris que se había negado a moverse de mi lado desde lo de Canadá.

— ¿Estas segura?

— Quiero que estes conmigo. – Susurre, sus labios presionaron los míos logrando robarme más de un suspiro. – sí, quiero que estes conmigo.

Con su ayuda logre llegar a la entrada de la casa, el auto de mi hermano estaba afuera así que definitivamente las cosas se pondrán algo tensas. No quiero problemas entre ellos, sé que León se va a enfadar cuando le cuente como termine así de lastimada y claro que culpara a Chris. Abrí la puerta con algo de dificultad, no porque no pudiera, sino que estaba demasiado nerviosa como para poder enfrentar a mi querido hermano mayor, mismo que no tardo en salir por la cocina, sus ojos se abrieron a la par y en una milésima de segundo ya estaba frente a mi sosteniendo mi lastimado rostro.

— ¿Qué fue lo que te paso Alina?

— Fue en una misión. Descuida, estoy bien.

— ¿Bien? Tienes heridas por todos lados. – Alzo la mirada al percatarse de la presencia de Chris quien traía mis cosas. - ¿Y tú? ¿Dejaste que le pasara esto? – Se arrojo sobre el sosteniéndolo por la ropa para estrellarlo contra la pared. - ¡Dejaste que lastimaran a mi hermana!

— ¡León! Maldición León. – Con mi mano libre lo sostuve intentando jalarlo. – Fue mi culpa, desobedecí las ordenes de mi capitán y terminé así por mi culpa. Así que ¿Podrías por favor soltarlo?

— Si por mi fuera no dejaría que Alina regresara a la BSAA. – Dijo mi hermano antes de soltarlo. Giro hacia mi dejando un beso en mi frente. – pero ella es terca.

— Lo sé. tiene un carácter fuerte. – Menciono Chris. – y eso me gusta de ella. Es un buen elemento León.

— Tengo que ir a trabajar, llamare a Claire para que cuide de ti.

— Descuida León puedo cuidarme sola.

— No puedes. – Alce las cejas al escucharlos hablar al mismo tiempo.

— Intenten no matarse ¿Quieren? Intentaré ducharme.

León de mala gana salió de la casa para trabajar, no quería dejarme sola, bueno no quería dejarme a solas con Chris. Aunque no es como que pudiéramos hacer mucho en la condición en la que estoy. Negué un par de veces, no podía estar pensando en eso, aunque bueno las cosas que habían pasado dieron inicio en estas mismas paredes, donde mi corazón comenzó a latir a toda prisa por él y sus ojos. No pensé encontrar mi primer amor en él, pero sin importar que pase o lo que las personas piensen, quiero estar cerca de él y hacer todo lo posible por mantenerme a su lado, trabajando mano a mano.

Mi recuperación había sido tardía, más de un mes en casa con los constantes cuidados excesivos de mi sobre protector hermano que hacía todo lo posible para que no moviera un sol musculo. Y cada día insistía en evitar que regresara a la BSAA. Pero era mi trabajo y mi vida. Tenía una nueva misión pronto o al menos eso me había contado Drex a través de sus cientos de mensajes diarios, darle mi número a ese chico puede haber sido una gran equivocación, video llamadas casi a diario en las que aparecían los demás, me extrañaban y ya querían que regresara al servicio y ellos cuatro son una de las razones por las que deseo volver.

— Y otra vez te vuelvo a dejar aquí.

— Se que te preocupa dejarme aquí hermano. Pero no hay otra cosa que quiera hacer con mi vida. Bueno tal vez formar una familia.

— Quiero un sobrino. Es mejor que esto.

— Tú también corres riesgos León y vivo diariamente preocupada por lo que te pueda pasar.

— Tienes razón, pero, aun así. Ve y si te vuelven a lastimar. Te sacare a rastras de aquí.

— Vale. – Susurre antes de inclinarme hacia el para poder besar la mejilla de este. – te quiero.

— Te quiero más.

Quería encontrar ya a Chris y poder abrazarlo. No había sabido nada de él en varios días aun cuando le envié un mensaje informándole que volvería a la base ya que mi recuperación había finalizado. La sonrisa en mi rostro se hacía más grande a medida que avanzaba al interior de la base, Cristine como siempre estaba en la recepción con su cabello despeinado y sus gafas algo torcidas, saludé a esta con una sonrisa dejando el pequeño presente en su escritorio por su pasado cumpleaños al que no pude asistir.

Pero antes tenía cosas que hacer, Chris puede esperar. Avance con calma hacia la oficina del director, tenía que hablar con él, esperando mi reingreso al equipo y que me permitiera asistir a la siguiente misión. Di un par de golpecitos a la puerta, el interior de la oficina se mantenía tan frio como siempre, las repisas llenas de carpetas con los nombres de todos los agentes que han pasado por este lugar y los que se mantienen en servicio activo. Una pared llena con las placas de todos los agentes caídos, esa imagen era la que menos me gustaba del lugar, al igual que la placa en la entrada principal con el nombre de todos.

— Bienvenida agente Kennedy.

— Director.

— Asiento. – Asentí tomando asiento en donde este me había indicado. - ¿Todo bien?

— Todo bien señor. Estoy en perfectas condiciones.

— Bien... en cuanto a tu reincorporación. He accedido, eres un buen elemento.

— Gracias, señor.

— No hagas que me arrepienta. Puedes retirarte. – Curve mis labios en una mueca antes de poder avanzar hacia la salida. – Ah y Kennedy busca a Redfield y dile que venga. No responde a mis llamadas.

—Si, claro. 

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