Unos visitantes inesperados 6 (un pequeño diablillo)

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Habían sido las horas más estresantes y problemáticas para toda la familia Demon Bull, la razón, un niño usuario del fuego.

—¿¡QUIÉN DEMONIOS ERES!? —gritaba DBK.

¡YA TE DIJE QUE SOY NEZHA! —les grito el niño de cabello azabache.

—¡MENTIROSO!, ¡NEZHA ES MAYOR! —gritó esta vez la Princesa Iron Fan.

¿¡QUIEREN QUE SEA MAYOR!?, ¡BIEN! —gritó el de lanza mientras recitaba un conjuro, el fuego lo rodeó por unos segundos, al terminar su apariencia había cambiado a la de un joven adulto.

Los tres peleaban con tal bravura que sus subordinados buscaban donde refugiarse.

Red Son había llegado hace poco de su reunión con los chicos, pues esta se había alargado en el restaurante de Pigsy, al llegar a su casa se encontró a sus padres peleando con un niño, lo que más le sorprendía, es que ese niño podía darle pelea a ambos, cuando vio que el azabache adquirió una forma adulta y sus padres comenzaban a flaquear, decidió unirse a la pelea.

Pelea que no duró mucho a su parecer, pues el intruso había utilizado la cinta roja que flotaba a sus espaldas para amarrar a toda la familia. Por más que DBK se esforzaba para romper la seda no podía, era completamente indestructible.

Red Son podría escapar con sus flamas, pero temía el lastimar a su madre, así que simplemente desecho esa idea.

Bien, respondan mis preguntas —demando el chico frente a ellos.

—¡NO CREAS QUE NOS SOMETEREMOS A TÍ! —gritó DBK.

Hombre toro, no estas en condiciones de negarte, si lo haces haré que esa cinta se ajuste mucho más —advirtió Nezha.

Solo hasta ese momento el enorme toro dejó de luchar, temía por el bien estar de su esposa e hijo.

—Esta bien, ¿qué quieres?.

¿Quienes son ustedes?.

Y así comenzó un muy largo interrogatorio hacia la familia Demon Bull. Finalmente, las preguntas de Nezha hacia la familia habían terminado.

—Bien, ya sabes todo lo que querías, ahora, ¿quién eres?.

Ya les dije, soy Nezha —respondió con irritación el azabache.

Justo en ese momento habían aparecido por un portal cuatro personas, quienes observaban con asombro lo destruido que estaba el lugar.

El joven azabache que tenía amarrados a la familia Demon Bull, pudo sentir una presencia familiar, una presencia que había estado buscando desde que ese extraño torbellino rojo lo absorbió y llevo a ese lugar.

Dirigió su mirada hacia donde sentía que emanaba esa energía, a lo lejos, pudo observar a la persona que buscaba, en su rostro se dibujo una enorme sonrisa, sin pensarlo más se dirigió rápidamente hacia él , arrastrando consigo a toda la familia Demon Bull.

Por su parte, Ao Bing daba instrucciones a sus acompañantes de como actuar frente a su Nezha.

Recuerden que es alguien temperamental.

—Ya lo sabemos, o ¿no?, ¿Nezha? —habló el mono dorado mientras codeaba al mencionado.

—Cállate, además, no soy temperamental. Lo que pasa es que tú y Tang me sacan de quicio —se defendió el de armadura rosa.

—Es comprensible, a mí también me sacan de quicio —le siguió Macaque con una sonrisa, Wukong lo vio ofendido.

Ao Bing dio la espalda por unos segundos al castillo.

Monkie Kid: El Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora