Memoria perdida 5

475 46 3
                                    

Advertencia: este capítulo hace mención al miedo al rechazo y miedo psicológico.

Espero lo disfruten.

🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟🌟

Unas semanas después de aquel acontecimiento, el peregrino Sun había decidido pasar la mayor parte de su tiempo en el barco de Sandy, pues los ronroneos de los gatos y el té lo tranquilizaban en gran medida, cosa que todos agradecían enormemente.

Los ronroneos de las gatos y el té relajante que le ofrecía el dueño del barco lo hicieron reflexionar sobre sus acciones y acontecimientos anteriores. Sólo hasta ese momento se volvio a dar cuenta de lo que su actuar a solas ocasionaba a los demás...como había lastimado a Mei y a MK sobretodo, respectivamente, cuando fue el ritual para obtener el anillo del Samadhi Fire y cuando lo abandono en su búsqueda por algo que venciera a LBD o... hace tanto tiempo atrás a cierto mono de seis orejas.

En una de sus visitas cotidianas comenzó a hablar en voz alta con el gato en su regazo.

—No creí que fuera tan mal maestro, pensaba que lo estaba haciendo bien, y ahora resulta que soy un completo ignorante ante los sentimientos de MK —el gato lo vio por unos segundos, para después apartar su vista—. Sí, yo también me odio después de lo que aprendí. Ahora que tengo devuelta mi memoria, ¿cómo voy a seguir estrechando lazos con MK?, no puedo volver a ser el mismo maestro que lo abandona y no le toma importancia. ¿Qué tal si finjo mi amnesia? —preguntó alzando al gato en su regazo, el cual simplemente soltó un maullido—. Tienes razón, es ser un mentiroso, pero por lo menos sabré que tengo que mejorar y esas cosas.

—¿Así que ya recuperarte tu memoria?.

Preguntó una voz detrás de él, el pelaje dorado del mono se erizó un poco ante la repentina voz a sus espaldas, volteó hacia el dueño de aquella voz, se trataba de Sandy.

—...bueno, yo...

—No hace falta que digas nada, lo escuché todo. Perdona por entrometerme en tu momento de reflexión, pero venía a ofrecerte más té.

—No hay cuidado...simplemente quería desahogarme con alguien —habló un tanto apenado el Gran Sabio, su pelaje volviendo a su estado normal, mientras que su cola se movía con algo de nerviosismo, estaba realmente nervioso por lo que pensara el amante de los gatos sobre su idea de seguir fingiendo.

—¿Quieres contarme?.

—...claro.

Después de que ambos se acomodaron, Wukong comenzó a relatarle al amante del té todo lo que había pasado en la última semana, el como vio a MK sufrir lo que para él era un posible ataque de pánico. Como se sintió ante esa situación y como se había dado cuenta, de la peor manera, que había sido un muy mal maestro. Además de que cierto recuerdo del pasado se instalo en su mente...en verdad que no había pensado en eso hace mucho tiempo...se sentía aún peor que antes.

—Y esa es la razón del porque quiero seguir con amnesia. Tal vez pueda aprender mucho más acerca de MK, el como ser más sociable y, sobre todo, no cometer los mismos errores de...hace tiempo.

—Ya veo. Supongo que si tomaste esa decisión no puedo hacer nada para impedirlo, solo aconsejarte que no prolongues demasiado esto —soltó con una sonrisa en el rostro, apoyando a su vez una de sus grandes manos en el cuerpo del mono—. Y no te preocupes, no diré nada, solo dime hasta cuando planeas terminar con esto y solo ahí dejare de tratarte como "el peregrino" y comenzar a tratarte como lo había estado haciendo.

—Gracias, Sandy —respondió con una sonrisa en el rostro, su cola moviéndose ligeramente ante esa muestra de confianza.

Por su parte, MK había terminado, el mismo día de su ataque de pánico, de reparar la linterna, pero honestamente no sabía que hacer ahora, simplemente pensaba que en cuanto la linterna estuviera arreglada, también lo estaría la memoria de su maestro.

Monkie Kid: El Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora