Aceptación 5 (le quitas lo divertido a la vida)

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En aquel claro del bosque, ambas hermanas se encontraban sentadas mientras platicaba animadamente .

—¿No pudiste ser más discreta a la hora de llegar? —preguntó con un tono burlón la mayor.

—Podría hacerlo, pero solo así podría llamar tu atención. Aunque, pensándolo bien, tú podrías haber elegido escapar nuevamente —la menor adquirió una actitud pensativa, por su parte, la de ojos ámbar rio.

—Aún si eligieras la forma más espectacular para darte a conocer, no escaparía, porque yo también he querido verte durante todos estos años.

—Sí es así...¿por qué no volviste? —se atrevió a preguntar la de ropas blancas, el ambiente entre ellas se volvió repentinamente tenso.

—...sabes que lo hice para protegerte.

—¿Protegerme? O protegerte. Has estado fuera por décadas, si no es que siglos, ¿cómo podría creerte?.

—...¿en serio crees que me aleje por protegerme? —la menor quedo en silencio, Yami soltó una risa sin gracia—. Pues perdón por dar esa impresión, pero yo jamás, repito, jamás, te dejaría sola, a ti o ellos. ¿Cómo puede siquiera pensar que lo hice por mí?.

—Muchos dicen que eres asi, pero Zector y Zespio siempre te defienden. Ellos siempre me dicen que lo hiciste para protegernos, pero varios más dicen que fue egoísta por tu parte.

—Y...¿tú les crees? —bajo momentáneamente la mirada.

—Sí, yo les creo... —habló con determinación, Yami apretó sus puños, por su parte, la de ojos cafés claro tomó las manos de su hermano entre las suyas, brindándole apoyo— ...Zespio y Zector son muy honestos cuando se trata de ti o de Alpha. Es obvio que les voy a creer.

Yami relajo notablemente su postura, por un momento creyó que su hermanita le creía a esos traidores.

—Ellos...¿cómo están?.

—Muy bien, reclutando a muchos más miembros, Zector sigue negándose a llebar el apodo de Alpha, dice que solo uno es el indicado para llevar ese alias. Sirius es el primero de todos ellos, nadie podrá quitarle su título de Alpha.

—Es bueno saber que todavía lo respetan —dio una sonrisa sincera, la cual su hermana correspondió.

...

Mientras el reencuentro entre ambas sucedía, algo más estaba pasando en Megapolis, un portal de colores rojizos se hizo presente en la torre más alta de la ciudad, de este salieron tres personas, dos de ellas tenían expresión de aburrimiento, mientras que la tercera lucia emocionada por algo.

—No puedo creer que después de meses este de vuelta en casa.

—¿Este es uno de esos mundos?. Se supone que debió perecer en tu primera visita, Jian.

—Ocurrieron varios imprevistos, pero encontré a esa chica —señaló a la rubia, que parecía entretenida en ver la ciudad.

—Es un completo estorbo, no se para que la llevaste contigo.

—Es la única que conoce con exactitud este mundo, si queremos tener éxito la necesitamos.

—No te olvides de mi premio, cabeza de algodón —habló con burla la de ojos azules, el albino rodó los ojos y su acompañante luchaba por contener su risa.

—Ya te he dicho que no me llames así, Qiong. Si sigues llamándome así yo te diré acosadora.

—Pero que aburrido eres —se quejo Qiong.

—Como sea, busquemos a nuestro querido recipiente escurridizo —sugirió el tercero una vez calmo su risa.

Los otros dos asintieron ante aquellas palabras, la de ojos azules los comenzaría a guiar, había esperado tanto por aquel exquisito momento, volver a ver a "su novio" y tenerlo solo para ella por el resto de su egoísta y obsesiva vida.

Monkie Kid: El Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora