Entre dimensiones 5 (Gran Sabio)

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Nuevamente al salir, se encontraron en un lugar muy similar al anterior, cosa que confundió a MK.

—¿Si cambiamos de dimensión?.

—Así es, si mi información no me falla, estamos tiempo después de que Monkey King fue liberado de su prisión. Y no, no es tu Monkey king.

—Yami...¿cómo es que solo hemos estado en universos pacíficos?, no me desagrada, pero yo creía que habría problemas o batallas, algo así.

—La verdad, te he estado manteniendo alejado de esos universos, no quiero ponerte en peligro.

—Pero soy fuerte, podría ayudar en algo.

—¿Y si te pasa algo?, ¿qué le diré a Pigsy?. Él confío en que te cuidaría y es lo que trato de hacer. Se que eres más que capaz para defenderte, pero piénsalo, si te pasa algo, como perder un brazo o una pierna, ¿qué explicación le daré a tu padre?.

—¿Me cuidas solo porque Pigsy te lo pidió?.

—No, no, nada de eso. Me preocupa que puedas morir antes de tiempo, no quiero perder a una de las únicas personas que conoce mi historia, es más que solo una promesa a tu padre, yo quiero protegerte.

—Entiendo, lamento haber preguntado eso. Solo que se me hacía muy extraño que no nos encontráramos con seres parecidos pero con principios diferentes, esa fue una de las cosas por las que iniciamos este viaje.

—Lo sé, pero prefiero dejar esas dimensiones hasta el final, por ahora me gustaría que solo conocieras mundos buenos y llenos de vida.

La conversación entre ambos terminó, comenzaron a caminar sin un rumbo fijo, el castaño seguía a la azabache, a pesar de que ella había hablado más sinceramente con él, le molestaba un poco que, por temor a que saliera herido, dejara esos mundos para después.

Finalmente, llegaron a las orillas de un pequeño río, MK se sentó, llamando así la atención de Yami.

—Estoy cansado, no hemos encontrado a nadie.

—Lo sé, la geografía y las indicaciones son confusas, unos dices, "al oeste", otros dicen "al suroeste", otros más al "noroeste". No se ponen de acuerdo, es realmente frustrante encontrar al que si sepa donde están.

—...supongo que son muchas voces.

—No tienes idea. Por alguna razón les encanta hablar demasiado en este mundo.

—¿Generalmente no hablan?.

—No, les interesa estar más unidos a alguna persona que hayan querido en vida, ya sabes, como un ángel de la guarda. Pero estos, no cierran la boca, y me estoy comenzando a estresar. Es frustrante cuando se ponen en ese plan molesto.

—¿Qué tal si tomamos unos momentos?, para que descanses.

—Supongo que es lo mejor, lamento ser un retraso esta vez.

—No te preocupes. Macaque a veces necesita también un descanso después de cierto tiempo, recuestate con los ojos cerrados y concéntrate en algo en especifico. Macaque suele alejar los ruidos de esa forma al centrar su atención en algo.

Los segundos fueron pasando, MK veía atentamente los peces de diferentes colores que nadaban en las aguas cristalinas de aquel río.

A la lejanía, comenzaron a escuchar voces.

¡Gran Sabio!, ¿cuánto falta para llegar?.

Todavía falta, deja de preguntar.

Gran Sabio, el señor cerdo tiene hambre.

Monkie Kid: El Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora