Monkie Kid: El Efecto Mariposa

Eres solo una niña

Advertencia: este capítulo habla sobre la depresión o recaídas.

Espero lo disfruten.

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En el río, los dos varones veían a Yami, quien se veía triste por algo, además que comenzó a retorcer sus dedos hace poco tiempo, parecía que algo la molestaba.

—Oye, ¿ella esta bien? —preguntó el sucesor liberado a su contraparte.

—No creo, es la segunda vez en todo este viaje que hace eso con sus dedos.

—...ella, bueno, no soy muy bueno "analizando" a las personas, pero ahora siento que soy más perceptible, dime ¿ha tenido periodos de depresión o ansiedad? —preguntó curioso, en verdad quería saber la respuesta.

Su contraparte lo volteo a ver sorprendido, luego a la chica, quien seguía haciendo lo mismo solo que con mayor intensidad, ella al darse cuenta que la observaban dejó de hacer eso, para después darles una sonrisa, la cual uno de los sucesores sabía que no era del todo genuina, aún así le devolvió el gesto.

—No lo sé, pero tendría sentido.

—¿En serio?, ¿por qué?. Digo, se que no ha tenido una vida "normal" o "feliz" pero...me gustaría conocerla más a fondo.

—Por todo lo que ha pasado, cuando la conocí, era muy distante y fría, con el tiempo comenzó a volverse realmente cercana y más amigable pero, después de unos sucesos hace como dos dimensiones, ha vuelto a ser como la conocí —llevo una de sus manos a su menton—. Ahora no quiere estar tanto tiempo con las personas, prefiere la soledad y, aunque si ha estado con nosotros, siento que ha marcado nuevamente una línea invisible.

—Deberías de cuidarla, la tristeza o, en su caso, depresión es realmente peligrosa, lo poco que se, es que comienzan a cambiar sus hábitos alimenticios y sociales, llegan a estar desmotivados o confusos, algunos deciden alejar poco a poco su círculo social con excusas, las cuales varias según el individuo. La depresión es silenciosa y difícil de llevar, ¿sabes qué fue lo que paso hace dos mundos?.

—No, nos peleamos y la deje, después de un tiempo volví con ella, nos separamos momentáneamente otra vez, y, cuando todo acabó, ella...estaba llorando, y yo celebraba que todo había acabado —se dio un golpe en la cabeza—. ¿Tan distraído soy?.

—Somos, yo tampoco me abría dado cuenta de no haber convivido con su otro yo en ese lugar. Me habló de muchas cosas, en su mayoría negativas, entre ellas, dijo que después de separarse de su familia, llegó a un lugar donde alguien la acogió por un tiempo, años después ella decidió irse por causas mayores... —el semblante del sucesor era realmente triste— ...fue cuando su tristeza aumento hasta convertirse en depresión, incluso llegó a decir que tuvo varios pensamiento no buenos para su vida, pero decidio no hacerlo porque tenía que ver a su hermana... —ahora dio una pequeña sonrisa—. Cuando pensó que su vida sería sólo escapar, entrenar y ser todo lo que le habían dicho que tenía que ser, conoció a alguien que le había devuelto algo de la felicidad que había dejado atrás, este alguien le devolvió las esperanzas, quería ayudar, ser una adolescente común y corriente, sus ganas de terminar con todo lo que le atormentaba se volvieron mucho más fuertes, se sentía...nuevamente ella.

—¿Pero...?.

—Pero no quiere ser un peligro para nadie, por eso prefería alejarse antes de dañarlos nuevamente. Puede ser que, ahora mismo, tenga una recaída.

—¿Cómo sabré si es eso?.

—Ese es el problema, ellos pueden fingir muy bien para no preocupar a los demás, por eso, nunca hay que minimizar lo que dicen, hacen o pasar por alto algún cambio en su forma de ser. Son de especial cuidado, en especial cuando tienen recaídas, algunos pueden volverse unos suicidas mientras que otros tratan de sobrellevar lo mejor que puede la situación. Es algo que depende de la persona, pero algo de apoyo les sienta muy bien.