Otro sucesor

239 20 2
                                    

El sol comenzaba a salir, pero ciertos chicos no querían salir de sus cómodas camas, había sido una noche llena de emociones. El joven sucesor veía el techo, en sus manos, tenía aquel collar, estaba pensando en todo lo que había pasado.

—Muerte... —susurro, no esperaba que él hubiera convivido con muerte, pero, había algo que no encajaba, pues ella había dicho que vida y muerte se enojarian con ella si interferia en algo— ...Yami, ¿quién eres realmente?.

Por otra parte, Lutao se encontraba caminando por la ciudad, pues tenía que entregar un paquete, nada fuera de lo común en su trabajo. A la distancia, pudo ver a su amigo MK, aunque vestía de una manera diferente, sin prestar mucha atención a ese pequeño detalle, se acercó para saludar.

—Hey, MK, ¿qué haces aquí?, y ¿vestido de una manera más "tradicional"? —preguntó con curiosidad, el castaño lo vio confundido.

¿Eh?, disculpa, pero ¿quién eres? —preguntó el sucesor, lucia cansado.

—...Lutao, tu amigo. Como sea, ¿has dormido bien?, luces muy cansado, ¿pasaste una mala noche? —estaba preocupado por su amigo.

El castaño lo veía atentamente, sabía que el chico frente suyo estaba genuinamente preocupado, pero...él no lo conocía.

—...estoy, realmente cansado. Quisiera que todos estos problemas acabaran, pero no lo hacen...solo aumentan y yo...no puedo hacer nada para evitarlo —por algún motivo, se sincero ante aquel pecoso.

Lutao lo vio atentamente, dejaría de entregar la correspondencia solo por unos momento, el chico necesitaba su apoyo.

—Ven, te invito un batido —habló con una sonrisa en su rostro.

Yo no...

—Insisto, vamos —insistió el más alto mientras lo tomaba de la muñeca, guiando así al más bajo a por aquel batido.

El de bandana roja solo se dejó guiar, estaba muy cansado para poner resistencia, y estaba seguro que ese chico no le haría nada malo. Confiaba en él.

Después de que ambos hubieran comprando sus batidos, comenzaron a caminar, el castaño mantenía su mirada baja, Lutao suspiro, lo tomo del hombro haciendo que ambos pararan, el sucesor lo vio confundido.

—MK, no sé qué pasó o por lo que estés pasando, pero, ten por seguro, que te estás esforzando realmente. Eres alguien realmente amable y optimista, y se que quieres ayudar a todos. Pero habrá veces en las que no sea posible llevar a cabo aquella noble tarea, no te exijas mucho si te encuentras ante algún problema que parezca no tener solución, tomate unos momentos, respira y relájate. No busques solucionar ese problema cuando no estás pensando con claridad, créeme que cuando lo pienses tranquilamente, veras la respuesta tan clara como el agua.

Pero...¿qué tal si no hay manera de solucionarlo?, como el quedar encerrado en un pergamino por mi culpa, por creer en las palabras de alguien que apenas conocía. Deposite mi confianza en alguien equivocado.

—...créeme que existirán soluciones, tal vez no inmediatas, pero las hay solo es buscarlas con la mente clara. Sobre lo del pergamino y la confianza depositada en alguien equivocado...no es tú culpa, tú confiaste porque esa es tu naturaleza, no vez malicia en las personas, y esta muy bien, ese tipo de personas son las que están mal. ¿Engañar a alguien después de que esa persona confío en ellos?, ¿quién hace eso?, solo personas malas, o que quieren ver infelices a los demás. Tú confías ciegamente y lo das todo de tí para ayudar a quienes lo necesitan, no debes sentirte mal por ese error, todos los cometemos.

—...pero no al grado de causar el encierro de alguien.

—Tal vez no de la manera en que dices, pero apuesto que si han habido personas que han sido lastimadas por culpa de los demás. Por ejemplo, conozco el caso de dos chicos que buscaba información sobre cierto tema, lograron establecer contacto con un conocedor, este tenía una hija. Pasaron los días, los chicos fueron a verlo a él y a la niña, pero cuando llegaron a la casa de ellos...el sujeto había hecho algo terrible.

Monkie Kid: El Efecto MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora