Flufftober. [Multishipp]

5. vida doméstica.

Sterek:

Derek Hale • Stiles Stilinski.

   Stiles está acostumbrado a estar en todos lados haciendo mil cosas al mismo tiempo gracias a su TDAH, por lo que, una vida "cotidiana y doméstica" no era lo suyo. Lo que realmente lo representaba era saltar al peligro, usar su cerebro para resolver casos complejos y desafiar a la muerte para luego llegar a casa con su esposo y tener sexo desenfrenado o una noche tranquila viendo películas. Por lo que, cuando es herido de gravedad en una misión y termina en el hospital con un brazo vendado, no espera que su doctor le diga que debe dejar todas sus actividades diarias para descansar y pensar en días más ordinarios porque ahora resultaba que estaba embarazado. Entonces, no es como que Stiles no quiera un bebé, sólo no quiere todo el cambio que eso significa. Estar en casa no es lo suyo, le causa ansiedad el sólo pensar en mantenerse acostado o quieto en un sólo lugar por más de media hora. Pero esa es ahora su nueva realidad, la cual comienza como una pesadilla.

Los cambios no son su fuerte, aún con todo lo que ha ocurrido en su vida hasta ahora. Por eso cuando la primera semana en casa finaliza, Stiles sufre de insomnio nuevamente, tiene ataques de ansiedad que no puede descargar de la manera que quiere porque Derek le trata como si fuera de cristal, lo que le desespera aún más, lo que termina con Stiles llorando diciendo que quiere regresar con su padre en una crisis sin sentido. Y Derek lo hace, le lleva hasta casa de su padre en Beacon Hills, donde se encierra en su antigua habitación por tres días seguidos hasta que el Sheriff le regaña y le hace sentir tan mal que se baña y sale de la cama. Derek ha estado allí todo ese tiempo, esperando en la sala de estar.

—Lo siento. —es lo primero que dice Stiles cuando se sienta a su lado. Esta más pálido de lo normal, tiene ojeras oscuras bajo sus ojos y el brillo en sus ojos ha desaparecido.

—No, Stiles. —Derek le detiene, colocando una mano en su hombro. Están demasiado separados, lo cual es decir mucho cuando están en el mismo mueble. —Es mi culpa. —dice. —Yo debo disculparme contigo. —se sentía el único responsable del estado de Stiles. —Exageré al interpretar las palabras del doctor, no te permiti hacer absolutamente nada, demonios. —el hombre lobo rasca detrás de su cuello, apartando la mirada. Llevó a los límites su miedo por el bienestar de Stiles y el bebé. —Entendería si estás molesto conmigo.

—No lo estoy. —Stiles se desliza en el mueble hasta quedar más cerca de Derek, rodeando sus hombros con un brazo. —También es mi culpa. Exageré. No poder hacer todas esas cosas que mantenían mi mente y cuerpo enfocado me volvió un poco loco, disminuir mi medicina por el embarazo y los cambios del embarazo en si tampoco ayudaron mucho.

—Creo que ambos nos precipitamos.

—Bueno, soy yo quien tiene un brazo lastimado y un bebé creciendo dentro de mi. —Stiles dice con una sonrisa. —¿Cuales son tus excusas? —Derek ríe, es agradable.

—Supongo que sentir toda tu ansiedad mezclada con mi miedo no ayudó a mantener la calma y ser un buen apoyo para ti. —se siente pésimo por eso, pero todos sus instintos le decían que debía mantener seguro a Stiles y su bebé... sólo que lo llevó a otro nivel.

—Nada nos va a pasar. —Stiles apoya su cabeza en el hombro de Derek, quien se relaja. —Hacer las compras y salir a caminar no me va a lastimar.

—Lo sé. —Derek apoya su cabeza sobre la de Stiles. —Lo siento. —se disculpa con un tono lleno de culpa.

—Está bien. —Stiles le reconforta. —Aprenderemos a llevar esta vida más "doméstica". —se burla de las palabras de su doctor.

—Si, lo haremos.

Y lo hacen, a su manera.

Stiles comienza a tratar su TDAH con poca medicina por el bien de su bebé, yoga y caminatas por el parque de la ciudad. Aunque no puede hacer demasiado esfuerzo físico por lo delicado que resultó su embarazo, a veces toma algunas mañanas para trotar hasta la piscina pública. Retomó la cocina, lo cual a Derek le encantó, compartiendo algunos momentos en pareja para hacerlo juntos. Van al supermercado juntos, cuando su embarazo avanza Derek se vuelve más sobreprotector, pero sólo es necesario un pequeño regaño para que se calme. Y la vida así se siente más doméstica, aunque no quiera admitirlo.

—¿Probamos estas galletas? —Stiles pregunta a Derek, quien está abrazado detrás de él como si fuera alguna clase de koala. También es nuevo pasar tanto tiempo juntos, se siente como volver a conocerse, acostumbrandose a la presencia del otro por largos periodos de tiempo. A Stiles se le había olvidado lo pegajoso que Derek podía volverse, pero era algo que le gustaba.

—Son de la misma marca de galletas pasadas que odiaste. —Derek, con la quijada sobre la cabeza de Stiles, le recuerda.

—Si, pero no he probado este sabor. —no le toma importancia a las palabras de Hale, haciendo de todas formas lo que quiere.

—No me las comeré cuando a ti no te gusten. —Derek se queja, pero ni el mismo confía en sus palabras. Caminando por el otro pasillo, siguen con sus compras mensuales.

Sus vidas ahora se sienten más lentas, domésticas, tranquilas mientras esperan la llegada de su bebé.