12. (a) se lesiona y (b) lo cuida.

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Zosan:

Roronoa Zoro • Vinsmoke Sanji.

Roronoa Zoro • Vinsmoke Sanji

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—Hey... cocinero de mierda... ¿estás bien?

Sentado sobre sus tobillos, Sanji tarda en darle una respuesta, suspirando mientras observa el desastre de esta última batalla... contra sus hermanos. No había quedado en nada, así que era posible que los volviera a ver más adelante... Y no sabía cómo sentirse sobre eso. —Si.

—Vamos. —Zoro le dice. —Debemos regresar al Sunny. —y le da la espalda para comenzar a caminar, pero se detiene cuando no siente al cocinero detrás de él. —¿Qué ocurre? —pregunta frunciendo el ceño mientras se vuelve a acercar.

—No es nada, marimo desesperado, sólo necesito un segundo. Ve al barco con los demás. —la verdad es que sus piernas habían resultado demasiado heridas en el enfrentamiento, casi ni podía moverlas. Sin embargo, era demasiado orgulloso para pedir ayuda. Sobre todo a Zoro.

—No seas estúpido. —el espadachín se vuelve a acercar. —Si estás tan lastimado, sólo pide ayuda. —como si le leyera la mente, Sanji se asusta cuando Zoro se agacha lo suficiente para luego alzarlo en sus brazos. —Esto es lo que pasa cuando los meseros se meten en las peleas. —Roronoa bromea, pero realmente se preocupa cuando ve el estado de las piernas de Sanji, comenzando a caminar hacia el barco. Se había quedado de último esperando al cocinero.

—¡No necesito tu ayuda! —Sanji se molesta por el insulto de llamarlo "mesero" intentando soltarse de los brazos de Zoro.

—¡Ya detente! —Zoro se molesta. —¡Te vas a caer! —actuando antes de que eso ocurra, coloca a Sanji sobre su hombro como si fuera un saco de maíz, sostenido sus piernas con ambas manos. Aún cuando estaban heridas, seguian dando fuertes golpes.

—¿¡Qué...!? —sorpendido por el cambio de posición, Sanji se siente aún más avergonzado. El problema realmente no era su orgullo, el problema era Zoro. Y no porque lo odiara (aunque si le parecía insoportable), sino porque últimamente las cosas entre ellos se habían sentido un poco... Extrañas. Todo comenzó cuando luego de una noche pasada de copas, quizás ellos estuvieron demasiado cerca de besarse. Ahora Sanji no podía evitar que su corazón se acelerara cuando estaban cerca.  No quería aceptar que le gustaba la idea de besar a Zoro.

—¡Sanji! —sus amigos se alteran cuando ven su estado, acercándose. Sanji sólo puede ocultar el rostro tras sus palmas, avergonzado por estar pensando en aquellas tonterias luego de lo que pasaron. —¿Estás bien?

—Lo llevaré con Chopper. —Zoro pasa a todos hasta la enfermería del barco.

Chopper le cura las heridas cubriendo sus piernas en vendas hasta la rodilla. No es agradable, pero le pide que descanse unos días mientras la medicina hace efecto. A Sanji le cuesta obedecer, al igual que quedarse quieto. Sin embargo, Luffy piensa que para evitar que se escabulla fuera de la cama, es una buena idea asignar a Zoro como su vigilante. Entre todas las personas en el barco, por supuesto que debía ser el espadachín quien se quedara a su lado. Con lo mucho que preferiría a una de las chicas.

Sin levantar la vista de su aburrida lectura, Sanji escucha como Zoro entra y se acerca hasta sentarse en el taburete a su lado. No le presta atención, el cabeza de marimo no era la persona más indicada para pasar el tiempo platicando. Cada que lo intentaban, terminaban discutiendo. Y aún así, Zoro seguía yendo.

—¿Qué haces? —levantando la vista del libro, Sanji nota como Zoro está intentando pelar una manzana. Y dice intentando porque resulta que la está masacrando. ¿Cómo alguien con una habilidad tan asombrosa con las espadas, no podía pelar una manzana?

—Cortar una manaza. —Zoro se detiene sólo para ver mal a Sanji.  —¿Por qué?

—Dame el cuchillo. —Sanji quiere burlarse, por supuesto, pero no lo hace. En lugar de eso, le enseña a Zoro con paciencia. —Y así la puedes cortar en trozos. —finaliza colocando el cuchillo de lado, mostrando los perfectos trozos de manzana.

Sanji le regresa el plato a Zoro, pero este no lo acepta. —Era para ti, de todas formas.

—¿Para mi? —Sanji se sorprende. —¿Por qué? —es una pregunta inusualmente tonta, pero no puede evitar hacerla en medio de su sorpresa.

—Es lo que se debe hacer cuando alguien está recuperándose. —Zoro desvía la vista a la ventana, sin querer enfrentar la mirada aturdida de Sanji ¿Por qué era tan extraño? —O eso me dijo Nami. —menciona para no sentirse tan avergonzado. Ni siquiera sabía por qué, no es como que hubiera hecho gran cosa.

—Zoro... —Sanji llama, haciendo que le voltee a ver. Sin esperarlo, Zoro siente la mano caliente de Sanji en su frente. —¿Te sientes bien?

Por alguna razón el calor de la mano de Sanji hace que toda su cara arda, ser tan consiente de eso hace enfurecer al corazón de Zoro, quien no puede evitar ver a Sanji de manera... ¿linda?

—¡Por supuesto que me siento bien, sólo estoy intentando ser amable! —el pensamiento le aterra, pero no le hace huir. Golpeando lejos la mano en su frente, Sanji se ríe por su reacción, luciendo demasiado bien cuando lo hace. —¡Cállate y come!

Sanji obedece luego de calmar su risa, observando los trozos de manzana con otro sentimiento. Comiendolas tranquilamente, sus mejillas se calientan. Es un sentimiento agradable ser cuidado por Zoro, aunque tenga una manera única para hacerlo.

Por otro lado, con los brazos cruzados y la mirada en la ventana, Zoro no puede dejar de sentir que su cara arde. No entiende por qué ahora reacciona así cerca del cocinero de mierda, pero cuando la intensidad del sentimiento pasa, se siente algo agradable.

Flufftober. [Multishipp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora