Capitulo Dos.

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 —¿Por qué debemos contratar a alguien más? ¿Por qué no solo esperamos a que Adria regrese de su retiro hippie en el medio de la nada y recobre algo de cordura? Ella me conoce mejor que nadie, ha estado conmigo desde el comienzo, no sé si quiero a alguien más tocandome.

Damon le concedió una sucesión de golpes perfectamente medidos a la bolsa frente a él, enviandola a balancearse desde donde colgaba, antes de lanzarle una mirada de exasperación a su entrenador, haciendole saber al hombre que estaba en espera de una respuesta que realmente lo convenciera de hacer tal cosa como agregar a alguien más a su reducido equipo. Habían estado hablando de ello por un tiempo, pero hasta ahora, Malcom, su entrenador, no había tocado el tema nuevamente.

Ahora le estaba diciendo que el anuncio ya estaba colocado y que las entrevistas iban a hacerse a primera hora de la mañana. Hablando de imprevistos y sorpresas al azar.

—Adría no regresara —Malcom dijo con seguridad—. Ella renunció el día que salió por esa puerta, no va a volver y nosotros no vamos a quedarnos esperandola.

—Ya ha hecho este acto antes y siempre ha regresado, ¿por qué es diferente ahora?

—Porque ella decidió hacer de un bosque su residencia, Damon, por eso. —dijo—. Su inconstancia y la tuya combinadas no estan produciendonos logros, sino derrotas. Eso se acabó, contrataremos a alguien más.

—Pero, ¿que pasa si aparecen los canibales y ella intenta regresar pero no lo logra porque se la comen antes y nunca jamás volvemos a verla?

Malcom lo miró confundido por un momento—. ¿Ya tendríamos a un nuevo fisioterapeuta para ti y aunque sería triste, eso no afectaría realmente nuestro trabajo porque ella ya se fue de aquí hace más de un mes?

—Y tu te sentirías muy triste por haberla despedido al enterarte.

—No, no lo sentiría, porque ella ya renunció —repitió, porque de tantos golpes, era obvio que algo no estaba funcionando dentro de esa cabecita—. Pero si te hace sentir mejor, el anuncio que publicamos es por una suplencia, así que si a Adría se le ocurre regresar -algo que dudo muchisimo- que suceda, entonces aun tendrá una minima posibilidad.

—¿Que plazo le estas dando?

—Dos meses —decretó—. Necesitamos que tengas un fisioterapeuta a tu disposición lo que dure el campeonato regional, luego de eso veremos que hacemos. Si Adría aparece y la recontratamos, o si le damos a la nueva persona un contrato más formal.

—¿Que pasa si el nuevo fisioterapeuta no me agrada? —replicó, solo porque era un niño mimado y estaba acostumbrado a ello.

Malcom apenas suprimió su rodar de ojos, pero era bastante obvia su necesidad de hacerlo—. Estarás allí mañana para hacer las entrevistas conmigo —le recordó—. Y si por casualidad, terminamos contratando a alguien que no sea de tu agrado, entonces buscamos a otra persona. No hay necesidad de hacer un bollo más grande de algo tan simple.

—Sigue sin gustarme todo ese asunto de una nueva persona cerca de mi y mi asuntos privados.

—¿Que asuntos privados? ¿De que diablos hablas ahora? —se veía algo frustrado—. Damon, tu ni siquiera tienes secretos, no creo que seas fisicamente capaz de guardar un secreto, así que tu privacidad seguirá siendo tan poco privada como siempre.

—Lo haces sonar como si yo estuviese todo el tiempo por ahí, mostrandole mis cosas de niño grande a todo el que se muestre levemente interesado en verlas. —masculló.

—Eso es porque es justamente lo que haces.

—No tienes derecho a reprocharme, he sido un buen niño por casi un mes. No he ido a ninguna fiesta, no me he emborrachado y apenas he tenido sexo con desconocidos.

Una parte de mi |Blue/Damon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora