Arrastrando los pies por las escaleras de su edificio de apartamentos, Blue sofocó un bostezo detrás de su mano y parpadeó rápidamente para apartar el sueño. Estar despierto desde tan temprano era inhumano, alguien debería ser castigado por obligarlo a levartarse en la madrugada. Había estado dando vueltas alrededor de la facultad practicamente toda la mañana, intentando poner en orden los papeles para asegurarse de que las inscripciones para los cursos que deseaba tomar estaban listas.
Y eso le había tomado practicamente toda la mañana, ni siquiera se había detenido para comer algo, quería regresar a casa lo más rápido posible.
Aquí estaba, arrastrando los pies de nuevo a su apartamento, queriendo echarse una siesta antes de tener que ir a ver el primer enfrentamiento de Damon del campeonato. Si era sincero consigo mismo, esperaba que le diesen un par de buenos golpes, a ver si así lograba meter algo de sentido dentro de ese duro craneo vacío del que el mayor era dueño. O al menos que le enseñara a no abrir la boca cuando no debía hacerlo.
El tipo simplemente no comprendía el concepto de manter un secreto, le era fisicamente imposible mantener las cosas en su cabeza... bueno, dentro de su maldita cabeza. Luego de su pequeña confesión delante de sus hermanos, Blue había tomado la desesperada decisión de mantener los labios sellados mientras escuchaba al castaño explicar toda la situación.
De alguna manera, el idiota había omitido varios detalles, incluyendo la dudosa paternidad, la falta de una real propuesta de matrimonio y, la más importante, la inexistente respuesta positiva de Blue a dicha propuesta.
Dios, si esto seguía a este paso, iba a terminar casado y con varios niños aferrados a sus piernas antes de que pudiese siquiera abrir la boca para negarse. Un escalofrío le recorrió el cuerpo ante el mero pensamiento. Él no tenía nada contra los bebés, enserio, es solo que le causaban cierto grado de... respeto. Sabía que tendría que acostumbrarse tarde o temprano, su bebé no esperaría por él y era su obligación como padre darle un buen cuidado luego de traerlo al mundo. Estaba nervioso, si, pero al menos era uno solo, y eso de alguna manera le daba una cierta cantidad de paz.
—Sobreviviremos —musitó al pasillo vacio, arrastrandose hacia la puerta de su apartamento—. He estado manteniendome a mi mismo en pie por veinte años, puedo cuidarte, Shiloh.
No hubo respuesta, tampoco la esperaba.
Había metido la llave en la cerradura, cuando su celular comenzó a sonar desde el bolsillo de sus jeans. No quería hablar con nadie, él solo quería arrastrarse a la cama y dormir. Aun así, con pesades, sacó el aparato de su bolsillo al tiempo que entraba y cerraba la puerta detrás de él.
—Hey, princesa —saludó al llevar el telefono a su oreja, moviendose hacia la sala—. ¿Que te tiene fastidiando desde tan temprano?
Nick rezongó un poco desde el otro lado antes de responder—. Nauseas matutinas —su voz era quejumbrosa—. ¿Tu porqué estas despierto?
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Una parte de mi |Blue/Damon|
FanfictionLibro #4 de la saga "Tu mirada". Pareja: Dylan Hemmings/Damon Baker.