Una parte de mi |Blue/Damon|

Capitulo Veintiuno.

Besos suaves sobre su cuello y hombro despertaron a Blue, logrando que abriera los ojos y enfocara su ventana, notando apenas la luz que iluminaba las cortinas desde afuera. Damon se movió detrás de él, sus brazos rodeando su pecho, lo atrajeron más cerca del calor de su cuerpo y Blue no tardó demasiado en acurrucarse contra él, inclinando su cabeza todo lo que pudo para aceptar más de esos suaves y provocadores besos.

Empujandose hacia atrás, sonrió al sentir la dureza de Damon contra su culo—. ¿Acaso hay algún momento en el día en que no estes caliente?

—Pensé que habíamos aclarado eso, yo solo estoy caliente por ti. —sus dedos atraparon su barbilla, haciendo que girara su cabeza lo suficiente para que el mayor depositara un suave beso en sus labios—. Buenos días, Gatito.

—Buenos días, Mono —devolvió, alcanzando a hundir sus dedos en el suave cabello castaño. No era algo que fuese a decir en voz alta en algún momento cercano, pero Damon se veía increible en las mañanas, con su cabello alborotado y ojos somnolientos, eso sin sumar su pequeña sonrisa—. ¿Que hora es?

—Mm —recuperando su celular, miró la pantalla—. Casi las diez, ¿por qué?

—¿Las diez? —chilló. Empujando a Damon, se liberó del abrazo y salió rápidamente de la cama—. Mierda, me olvidé de poner la alarma.

—Uh, ¿tenías algún compromiso?

—Algo como eso —revolvió dentro de su closet por unos pantalones, felicitandose mentalmente por haber tenido la idea de convencer a Damon de tomar una ducha la noche anterior, antes de cambiar las sabanas de la cama—. Nick nos anotó a una clase de paternidad, empieza diez y media, pero es algo lejos y tengo que tomar el autobús.

—¿Clase de paternidad? —interrogó.

Metiendose dentro de par de jeans azul oscuro, Blue los subió hasta sus caderas y miró el rostro confundido de Damon—. Una clase donde te enseñan a ser padre —explicó con una sonrisa—. Sostenerlos correctamente, cambiar pañales, darles el biberon, bañarlos, ya sabes, las cosas más básicas que una persona a punto de convertirse en padre debe saber.

—No sabía que existían —admitió.

Se encogió de hombros, tomando una camiseta azul simple y metiendose en ella—. Existen clases donde te enseñan la mejor manera de pasar por un parto, así que supongo que puedes encontrar de todo.

Damon asintió suavemente, pareciendo pensativo—. Quiero ir.

—¿Uh?

—Quiero ir —repitió, saliendo de la cama y recuperando su propia ropa—. No sé absolutamente nada sobre bebés y nosotros tendremos uno en algunos meses, necesito aprender.

Eso logró que Blue se detuviera completamente a mirarlo—. ¿Enserio?

Damon le sonrió, caminando hacia él con sus jeans apenas colgando de sus caderas y la tinta en su pecho brillando bajo la luz de la mañana—. Estoy en esto tanto como tú —le recordó, enmarcando su rostro con sus grandes manos y dejando un beso en sus labios—. Quiero cuidar de nuestro hijo lo mejor que pueda. Pero puede que necesite un curso intensivo, porque no sé absolutamente nada de bebés.

No podría haber evitado la sonrisa feliz ni aunque lo hubiese intentado—. ¿Nunca has sostenido a un bebé?

—Lo más cercano que estuve a un bebé en mi vida, fue a Noah, y él ya tenía cuatro años cuando lo conocí —admitió.

—Sé algunas cosas —dijo—. Ayudé a mi padre con mi hermanita, puedo enseñarte, si quieres.

—Eso sería fantastico, Gatito —otro breve beso—. Gracias.