Capitulo Once.

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 —¿Que demonios, Damon? ¿Acaso te peleaste con un gato?

Blue cerró los ojos, sintiendo el calor subir por sus mejillas mientras simulaba no haber escuchado las palabras de Malcom haciendo eco dentro del gimnasio. Pudo sentir la pesada mirada de Damon sobre él y sin necesidad de voltear, sabía a ciencia cierta que el idiota estaba sonriendo estupidamente en su dirección. El que Malcom lo hubiese comparado inconscientemente con un gato, solo le daría cuerda extra a Damon para seguir llamandolo "gatito".

Genial.

—Acabo de adoptar a un gatito —respondió el boxeador. Blue se giró y le arrojó su peor mirada sobre el hombro, Damon le sonrió en respuesta—. Es bastante salvaje aun, estoy intentando domesticarlo.

Asegurandose de que Malcom no estaba viendolo, elevó su mano y le enseñó su dedo medio a Damon. La respuesta del tipo fue reirse suavemente antes de regresar su concentración al saco de boxeo frente a él.

—Deberías tener cuidado con eso, podrían infectarse si las garras del gato no estan limpias —otro boxeador, el cual estaba usando una caminadora un poco más allá y el cual era obvio, no había comprendido completamente el doble sentido, gritó hacia Damon.

Los ojos verdes se toparon con los suyos—. Descuida, mi gatito tiene sus garritas limpias.

Inconscientemente, Blue bajó la mirada hacia sus uñas antes de fruncirse el ceño a si mismo. ¿Que demonios estaba haciendo? Él no era el maldito gatito de Damon. Si, bien, él le había dejado los arañazos, pero él no era un jodido felino, ¿si?

Mirando a Damon, pasó su pulgar por su cuello, en el clasico gesto de "estas muerto".

Los verdes ojos se ensancharon por un momento antes de que una carcajada en toda regla escapara de los labios del mayor. Era imposible pelear con alguien que no te tomaba en serio. Sinceramente, era obvio que Damon no lo conocia, porque aun con su aspecto fragil y delicado, Blue podía ser realmente cruel si la situación lo requeria.

Cuando el suave sonido de un maullido llegó a sus oídos, decidió que ya había tenido suficiente. Girandose, le dedicó su peor sonrisa sadica a Damon antes de llamar a Malcom, haciendole un gesto al hombre mayor para que se acercara.

—¿Sucede algo?

Ordenando los papeles en sus manos, Blue negó suavemente y se aferró a la seriedad, intentando no reirse en medio de lo que estaba a punto de decir—. He estado pensando en lo que me dijiste acerca de lo dificil que es lograr que Damon se enfoque completamente en el entrenamiento —comentó—. Acabo de ver a que te referías.

Malcom asintió—. Lo conozco desde que era un niño, siempre ha sido malditamente disperso, es bastante dificil lograr que se concentre.

—Si, me di cuenta —estuvo de acuerdo—. Quizá, un incremento de horas de ejercicio logre hacer un cambio en él.

—He pensado lo mismo, pero nunca ha funcionado antes.

—Aun así, creo que sería buena idea probar —presionó suavemente—. Un par de horas más no le harán mal. El torneo comienza oficialmente la semana que viene, así que podemos volver a bajar sus horas unos días antes de su primer pelea para que no este tan cansado.

Malcom pareció pensar en ello por un largo momento—. ¿Tu crees que eso podría funcionar?

—Leí en algún lugar que es una estupenda forma de lograr que los jovenes se concentren, estará demasiado cansado al terminar el dia como para pensar en otra cosa —como hacer chistes de gatitos hacia mi persona.

—Supongo que intentar estaría bien —estuvo de acuerdo—. El entrenamiento no le hará mal, y realmente necesita comenzar a concentrarse ahora.

—Estoy totalmente de acuerdo —arrojó un poco más de leña al fuego, encontrandose con la curiosa mirada de Damon por un momento antes de volver a ver a Malcom—. La disciplina lo es todo en este tipo de deportes y Damon ya no es un jovencito, seguramente este sea uno de sus últimos torneos, debe esforzarse al máximo si quiere salir victorioso.

Una parte de mi |Blue/Damon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora