CAPÍTULO 13

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"LA VERDAD ENTRE LA DEPENDENCIA Y LA NECESIDAD"

¿Qué tanto daño nos podemos causar a nosotros mismos al ser incapaces de reconocer un sentimiento? Únicamente vemos la sanidad en evadirlo, sabiendo las consecuencias que puede acarrear si lo dejamos exhibirse.

¿Dónde empieza y dónde termina la valentía de enfrentar lo cierto?

Es primavera y Los Halcones no desaprovechan esta estación. Salgo al jardín derecho que dispone de la piscina de azulejos azules en el medio de este y observo la energía que transmiten ellos disfrutando del clima.

Desde que empezó este nuevo año, el anónimo se ha mantenido al margen, por lo cual he estado tranquila ―dentro de lo que cabe― los primeros tres meses. La última vez que dejó una nota, se lo hice saber a Oliver y este también revisó las grabaciones e intentó encontrarle miles de enfoques, sin embargo, no pudo hallar nada. No tengo idea cómo le hizo para pasar desapercibido.

Sé que lo más viable sería contárselo a alguien más para que la ayuda sea mayor, pero no quiero hacerlo porque no tengo idea si alguno de los residentes de la mansión podría estar detrás de esto. Hasta el momento, mi confianza solo está puesta en Oliver en cuanto a este caso y él ha respetado mi decisión de mantenerlo entre nosotros.

Este sujeto no parece ser alguien peligroso, es decir, si fuese así, ya tuvo años para poder hacer algo y únicamente se está basando en alargar una intriga. Yo, por mi parte, no pienso seguir viviendo encerrada en el miedo, con la incertidumbre. No voy a permitir que esto esté frenando más mi vida.

Me detengo un momento a mirar mi entorno para enfocar mi búsqueda en la persona que necesito: Kevin está acostado sobre una tumbona blanca fumando marihuana de nuevo, Alexa nada usando un bikini rojo que le ayuda a lucir su tatuaje de halcón en la costilla izquierda, tiene una alta autoestima y razón hay para ello; por otro lado, está Alexis recargado en una esquina.

Incluso me parece una locura estar viendo al jefe vestido de manera informal ―con un short negro y sin camisa―, lo cual me deja ver por primera vez su tatuaje representativo de la organización diseñado en todo su pecho. Sus trajes no suelen dar la impresión de que debajo de ellos, se oculta algo como tal.

―Y la Bella Durmiente admira a lo que tanto se negaba. ―Huelo su aliento a cigarro cuando susurra estas palabras en mi oído, detrás de mí―. El poder es adictivo. Una vez que entras, ya no quieres salir.

―Tyler, será mejor que te alejes de mí ―rechisto sin voltear a verlo.

―¡Vaya! Dejaste mi apodo atrás. ―Esta vez se posiciona frente a mí.

―Que no te diga "idiota" no significa que ya dejaste de ser uno.

―Créeme ―Sonríe sin ganas e invade mi espacio personal―, jamás tuve la intención de lastimarte, al contrario. ―Su mano va dirigida a mi rostro, pero la detengo violentamente.

―¿Acaso solo fue un sueño? No lo creo.

―Desearías soñar conmigo y no de ese modo. No me has conocido de esa otra manera.

El momento resulta tan rápido que es imposible que mis reflejos reaccionen antes de que Tyler una sus labios con los míos. Lo empujo con todas mis fuerzas con aborrecimiento y él se retira corriendo hacia la piscina.

―¡¿Qué mierda hiciste, idiota?!

―¡No me digas que no te gustó! ―grita con diversión y se zambulle con toda su ropa puesta.

Alexis niega con la cabeza, no hay pisca de gracia en su expresión. En cuanto a Alexa, ella lo mira reprobatoriamente. Pareciera como si estuviera sufriendo de un cumulo de enojo. Y, por último, está Kevin, quien desde fuera ríe como si se tratara de lo más gracioso del mundo. Es burlesco, pero era obvio al estar bajo los efectos de esa sustancia. No obstante, no estoy segura si lo hace por mi situación porque su vista está fija en un punto aparte.

PLAN DE ESCAPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora