"REPRIMIRSE ANTE LO DESCONOCIDO"
Entre todas las fobias que pueden enlistarse, el miedo a lo desconocido es el más común. Hay personas que le temen y a pesar de eso, se llenan de valentía. Están aquellos que prefieren no enfrentarlo, pero que no tienen idea que dentro de ellos prevalece una parte que encaja como un misterio. Así pues, uno mismo puede ser lo «desconocido» para otro.
Como seres humanos, vivimos rodeados de cosas inciertas, inexploradas, por lo tanto, coexistimos de esta forma siendo ignorantes hasta que le hacemos frente y lo que desconocíamos se convierte en algo aprendido.
Nada es tan desconocido como parece, incluso eso está compuesto por detalles ya conocidos.
Pensé que había desaparecido de mi vida. Pensé que de alguna manera esas notas ya no iban a presentarse en cualquier instante de mi rutina. Cómo habría deseado que ese mismo pensamiento fuera cierto, que el anónimo se hubiera ido para siempre.
Lo que no comprendo es: ¿cómo consiguió llegar a esta mansión?, ¿cómo esta persona sí sabe dónde estoy más no mis seres queridos? y ¿cómo pudo entrar a mi dormitorio si se supone que soy la única que posee su respectiva llave? Apenas encontré el modo de sobrevivir a esta actual injusticia cuando decide regresar la última con la que creí lidiar. Una era suficiente, dos son demasiado.
Termino de hacerme una coleta alta mientras me observo en el espejo. Es el primer día de clases de Defensa Personal con Oliver. Solo sé que me pidió estar en el gimnasio en punto de las ocho de la mañana y que este se ubica en el tercer piso.
Salgo de la habitación y la aseguro para después guardar la llave en un bolsillo de mi pantalón de algodón. Entonces ocurre lo que temía cuando recién abandoné mi encierro: encontrarme con alguien saliendo de cualquier otra habitación.
Es Alexa.
Ella sale del dormitorio que, tomando en cuenta que el mío está al fondo derecho del pasillo, es el que tiene la segunda puerta hacia delante de mi lado izquierdo.
―Buenos días ―saludo.
―¿Qué tienen de buenos días?
Bueno... No era lo que esperaba recibir. No pretendo juzgar, prefiero creer que su antipatía se debe a que no es una persona diurna. La entiendo, he estado en su situación. Aunque su aspecto físico no demuestra que acaba de levantarse, más bien parece como si ya hubiera estado despierta y en movimiento durante un buen rato.
―Soy Madison. ―Me acerco extendiéndole la mano―. No nos habíamos presentado. ―Mi mano no es correspondida con el apretón de la suya, excepto que sus ojos cafés claros sí me inspeccionan de arriba abajo―. Eres Alexa, ¿verdad? ―Toco detrás de mi oreja.
―Si ya sabes mi nombre, ¿por qué lo preguntas?
―Yo... simplemente quería ser cordial.
―No lo hagas.
Bien... Esta situación se está poniendo incómoda y no me gusta la sensación que eso me está produciendo. Debo encontrar la forma de no demorarme más, salir de esto y llegar puntual a mi entrenamiento. Quizás ahora sí necesito una distracción.
―Debo ir con Oliver, me está esperando. ―Comienzo a dar unos pasos, no obstante, la distracción que no quería, me detiene subiendo desde el primer piso.
―¡Amiga, ya sabes cómo escaparte! ―dice Kevin con alegría, examinándome con sus ojos cafés que esta vez están enrojecidos.
Ya sé lo que le pasa o mejor dicho: lo que consumió. Así que decido ignorarlo. ¿Era necesario tener estos dos encuentros desagradables? ¿No podían suceder por separado? No cabe duda que en este caso la frase que dicta que atraes lo que temes, es cierta.

ESTÁS LEYENDO
PLAN DE ESCAPE
RandomMadison estuvo en el lugar y en el momento equivocado, ahora sus opciones son morir para guardar silencio o formar parte de una organización anónima anti-fuerzas de seguridad pública conocida como Los Halcones. Si elige la primera opción: ¿valdrá l...