Bástian.
Me despierto y otra vez me encuentro en el hospital, no sé como llegué aquí, lo único que recuerdo es estar en los brazos de Aluminé y luego nada más. Observo mi alrededor y veo que nuevamente me encuentro internado. Lo primero que hago es preguntarle a mi enfermero donde está Aluminé, es lo único que quiero saber, éste me observa sin comprender nada, y llama a Giovanina que al instante ingresa a la habitación y se acerca a mi cama.
— Hola Bástian, ¿Cómo te sientes? - pregunta mientras me revisa.
— Hola Doc, me siento muy cansado, pero bien, quiero saber donde está Aluminé, no sé que me pasó.
— Te volviste a desmayar, esto fue lo que te pasó, - responde— tienes que parar Bástian, no sé que pasará la próxima vez, directamente, no debería haber próxima vez, ésto va a acabar contigo, no puedes seguir así – me reprocha mientras Abaddon está ingresando también a mi habitación.
— Hola amigo, casi te pierdo – me dice - ¿Cómo estás? -
— Cansado, pero quiero saber como está Aluminé y nadie me dice nada – digo ofuscado mientras Giovanina me observa con mala cara.
— Quédate tranquilo, ella se encuentra bien, aunque preocupada por ti, se asustó mucho cuando te desmayaste, estuvo muy angustiada por ti, más aún cuando intentaba ayudarte y tú sólo empeorabas – agacho la mirada. — Tuve que ir a buscarte, ya que no volvías y creí que algo te había pasado, menos mal que mis instintos son buenos, sino, no sé si ahora estarías con nosotros. — Me tomo el rostro entre mis manos, estoy en un dilema, mi alma quiere estar pegada a ella, no sé que haré – Bástian, he hablado con ella, la he visto cuidarte y tratar de protegerte, y definitivamente son destinados. No sé qué voy a hacer – dice sin ganas.–
— No debes hacer nada, – dice Giovanina – si continúan como hasta ahora, la próxima vez no sé si podré sacarlo del estado en el que queda, tienes – me dice – que parar con todo ésto, por favor Abaddon, dile, dile que ya basta. - Abaddon la observa y niega.
— No puedo hacer eso Doc., desgraciadamente son destinados, tú no lo entiendes porque todavía no te ha pasado, pero siendo destinados, no hay nada que pueda hacer para separarlos, en realidad, nadie debería hacer nada, y éste estúpido castigo que se nos implanta para hacernos sufrir más nuestra condena la verdad es terrible.
Yo tuve a mi destinada también, – lo observo sorprendido – ella era un imán para mí, como lo es Aluminé para Bástian, pero mi fuerza demoníaca era más fuerte y por no parar ninguno de los dos, fue la existencia de ella la que terminó y no podré perdonármelo nunca. —
— Entonces, ¿Qué hago Abaddon? Prefiero morir en sus brazos que estar sin ella, pese al dolor, si mi existencia va a terminar de esa manera, no me importa.— Giovanina bufa y enojada, se retira de la habitación.
— Bástian, tengo que hablar con mis pares y superiores, tengo que ver como puedo hacer para solucionar ésto, no quiero que te pase lo que a mí, amigo, son destinados, no importa como, pero son destinados, nadie debería separarlos por muy poderoso que sea, a Sara, mi destinada, la llevo todos los días de mi existencia en mi pecho, quizás, algún día vuelva a mí, pero no pienso permitir que pases por lo mismo, dame tiempo. —
— ¿Sabes cómo está Aluminé? - le consulto.
— Tranquilo Bástian, ella está bien, Joako todas las mañanas, luego de las noches de casería pasa por su casa y le dice como te encuentras. Según él, dice que en éste corto tiempo se han hecho amigos, que ella pregunta de todo sobre ti – me hace esbozar una sonrisa. — También dice que son tal para cual, – se ríe – y sí, estoy más que seguro de eso. Pero es una loca. — Lo observo con los ojos achinados. — Sí, que vá, puedes creer, quiso atacarme con una escoba cuando fui a buscarte, no me dejaba acercarme a ti, se puso sobre ti y no me dejaba tocarte, tuve que poner todo de mí para con calma convencerla de que me deje traerte – ahora el de las carcajadas soy yo.— Es buena mujer Bástian, la vida te debía una, no voy a permitir que te la arrebaten, haré todo lo que esté a mi alcance – me dice mientras se retira y yo asiento agradecido luego de lo cual, vuelvo a caer en un profundo sueño.
Entre sueño y vigilia no sé cuantas horas duermo, pero sé que son muchas, ya que hay veces que despierto de día y hay veces que despierto de noche. Siempre que despierto consulto a mi enfermero si se sabe algo de Aluminé, cosa que él, ya cansado, me avisa que Joako pasa por el hospital y deja avisado para cuando despierte, que Aluminé se encuentra bien.
No sé a que hora ayer desperté, sólo sé que era de noche, completamente desorientado, ya que definitivamente, no estaba en el hospital, hasta que divisé bien el lugar donde me encontraba y reconocí la habitación de Aluminé. Me froté los ojos para divisar mejor, observo un gran vaso de agua sobre la mesita de noche que se encontraba a mi lado y a Aluminé dormida en una silla a los pies de la cama, de la emoción que sentí, intenté levantarme para acercarme a ella, pero no pude, así que me volví a acostar en la cama y me dormí nuevamente, pero ésta vez completamente tranquilo por estar cerca de ella.
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Bástian
Spirituelles¿Hasta dónde puedo llevar tu imaginación? A veces no todo es como se muestra. A veces los buenos no son tan buenos, y a veces los malos no son tan malos. Encontré una luz en mi oscuridad, en mi vacío, quise acercarme por curiosidad y quedé prendido...